DEBATES Y ENTREVISTAS

Estados Unidos y el Acuerdo de París, un análisis en Despierta

Con la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París, “Donald Trump le da a su base lo que quiere; está actuando de manera local, para tratar de resolver de manera global”, consideró Leo Zuckermann, internacionalista y colaborador de FOROtv.

En la mesa de Despierta con Loret, Jorge Castañeda, excanciller mexicano, coincidió en que “la base de Trump sí quiere salirse [del Acuerdo de París]; 40% del electorado que vota por él está de acuerdo, por eso lo hizo”. Abundó que lo preocupante es que este movimiento “es de verdad, no una amenaza, no una intención, no es una promesa. A partir de hoy, Estados Unidos no tiene que hacer nada para cumplir los compromisos de reducir las emisiones de carbono”.

Para Javier Tello, los asuntos ambientales son “un termómetro civilizatorio; cuando se avanza para resolver el cambio climático, habla bien de nosotros; cuando se dan pasos hacia atrás, habla mal de nosotros como especie; en este caso, el movimiento dice mucho de quién es Donald Trump”. Sin embargo, “no es la victoria rápida que necesitaba, le hace falta mucho más”.

En contraste, Zuckermann consideró que sí es el movimiento que le hacía falta, porque “necesitaba un quick win; lo que es muy triste es que esto tirara el Acuerdo de París; un acuerdo que llevó muchos años y con un plumazo lo tira”… “y con argumentos falsos”, redondeó Jorge Castañeda, “porque todos sus argumentos en materia de empleo, la contribución de Estados Unidos al fondo verde, que va a seguir la producción de carbón en China y en India, son datos falsos, fake news, y ya lo hizo”.

Castañeda recordó que la fecha de entrada en vigor del retiro es “el 4 de noviembre de 2020, un día después de las elecciones en Estados Unidos, pero desde hoy puede no cumplir las reglas y emitir los gases que quiera”.

De cualquier manera, dijo Javier Tello, “es una muy mala señal para México, porque muestra la voluntad de salirse de cualquier acuerdo y hacerlo de manera pública y agresiva; es un aviso para México y para cualquiera que tenga un acuerdo con Estados Unidos”.

Esto sí debe prender las luces por que cualquier cosa que no le guste a Trump de la renegociación del TLC y se apegará al artículo 2055 para sacar a Estados Unidos del tratado comercial”, redondeó Leo Zuckermann. “Si mañana necesita otro quick win, va por esa.”

Y con esta salida, destacó Jorge Castañeda, “se echó encima a 194 países en un movimiento que estratégicamente es una estupidez”. Pero en la visión de Trump, dijo Zuckermann “es una victoria, es volver a tomar la soberanía nacional, porque su visión es aislacionista”.

Catañeda subrayó que los argumentos de Donald Trump no son contra la ciencia, contra el cambio climático, sino “un argumento económico; sobre creación de empleos, es terrible para el mundo, porque es volver al proteccionismo, al aislacionismo económico, que es la máxima de Steve Bannon”.

“Es una victoria para Bannon y para quienes defienden el nacionalismo”, afirmó Javier Tello, “lo que es sorprendente, porque parecía que Rex Tillerson tomaba más poder, pero esto es gravísimo, porque acaba de agredir a todo el mundo y Tillerson tiene que ir disculpándose con todos”.

Además, “las compañías ya habían descontado los efectos del Acuerdo de París, lo habían puesto como las nuevas reglas. Tillerson, como director de una de las mayores petroleras del mundo, estaba a favor del acuerdo”, recordó Leo Zuckermann.

El tema es que “el pleito dentro de la Casa Blanca es de todos contra todos en todos los temas. No sabemos si esto llevará a la renuncia de Tillerson”, dijo Jorge Castañeda, quien relató que “existe una carta de [Robert] Lighthizer a Ildefonso Guajardo, recordándole que las negociaciones del TLC son con él, no con Wilbur Ross, ‘no te equivoques’, le puso a mano”, porque así está la cosa.

Eso es normal en el mundo de Donald Trump, consideró Javier Tello, porque “le gusta que su gente se pelee, le gusta la tensión, porque entonces puede entrar y resolver los problemas; él no va a echar a nadie”.

En este marco, “la administración de Enrique Peña Nieto lo ha manejado bien; incluso en los mercados hay una apuesta de cuándo se van a reunir Peña y Trump y está en 50-50, porque es el único país que no ha tenido reunión con Trump; está haciendo lo sensato, lo prudente”.

Para Castañeda “hay tensión entre dos puntos de vista, uno que piensa cómo le vamos a hacer para sacar esto y que el tratado se mantenga y otros que han empezado a pensar que eso no va a ser posible y que quizá convendría abiertamente decir ‘que lo haga el gobierno que sigue”.

Desde la perspectiva de Castañeda, “Enrique Peña Nieto podría vestirse de estadista para decir que es mejor que la negociación se posponga a que lo negocie un gobierno que va de salida”. El riesgo de esta estrategia, dijo Javier Tello, “es que en cualquier momento Trump dé un manotazo en la mesa y saque a Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio”.

En este panorama, un aspecto positivo, según Leo Zuckermann, “es que Estados Unidos se retrae y saldrán nuevos liderazgos en el mundo. A mí me gusta Justin Trudeau”.

El problema de un nuevo liderazgo, dijo Jorge Castañeda, “es que quien pueda llenar el hueco se achique”.

Para Javier Tello, “lo mejor sería que ninguno pueda solo y todos tengan que trabajar juntos; que no sea uno, que sean varios y tengan que cooperar”.