CRIMEN Y SEGURIDAD

Tráfico de boxeadores nicaragüenses en España

“La verdad yo no soy ningún mafioso, yo no soy ningún delincuente, aquí todo el mundo sabe que aquí en Nicaragua los boxeadores me llamaron y me buscaron pidiendo ayuda. En un tiempo que yo tuve en el 2013 que estuve en España yo ayudé no a muchos, sino a varios, ya ahí en el transcurso de uno o dos que se fueron, se hizo la cadena, uno ayudó a otro, y el otro a otro y España se llenó de boxeadores nicaragüenses”.

Él es Sergio, “El terrible” Gómez, quien niega las acusaciones de las autoridades españolas de ser el jefe de una mafia dedicada al tráfico de boxeadores nicaragüenses, ejerciendo su influencia para viajar a Barcelona para competir de forma profesional, gancho para ser explotados una vez que estaban ahí.

Eso fue lo que les ocurrió a 19 boxeadores que llegaron a la localidad de Tarrasa, con la promesa de competir en Europa y conseguir fama y dinero.

Primero les prometían éxito y les decían que todo sería fácil. Les conseguían una carta de invitación así como el boleto de avión, su estancia y, por supuesto, el pasaporte.

“En Nicaragua, el documento no lo tiene todo el mundo, el documento, el pasaporte, ¿Por qué?, porque es prácticamente un objeto de lujo. (…) Yo te lo voy a pagar, yo te voy a pagar, el chándal, yo te voy a pagar la bolsa de deportes, para que vayas equipado porque tú vales mucho (…) Y una vez, que vienen a España, a Europa, ahora ya está fuera de su entorno, ahora es mío”, explica José Nieto, inspector Jefe Centro Inteligencia y Análisis de Riesgo.

Una vez en territorio español todo cambiaba. Les obligaban a competir en condiciones extremas en torneos europeos.

Se trataba de una red de explotación y trata de personas.

“Eran retenidas, eran violentadas para seguir ejecutando estos hechos”, dice Serafín Giraldo, vocero Policía Nacional.

Todo lo prometido era falso. Los boxeadores nicaragüenses vivían en condiciones deplorables.

“Un bocadillo para comer, medio bocadillo para cenar y un camastro para poder dormir (…) Hacinados, en unas condiciones socio sanitarias lamentables”, añade José Nieto.

Las autoridades dieron a conocer las fotografías de una supuesta casa en la que el grupo de boxeadores vivían en ínfimas condiciones.

La red les ofrecía también una credencial falsa para boxear. Por eso se está investigando a la Federación Española de Boxeo.

Para el investigador José Cabrera “estos sujetos que vienen de Nicaragua y vienen a España, vienen con el convencimiento fidedigno de que aquí hay alguna institución, por ejemplo, la Federación de Boxeo, que es una institución pública que les va avalar en los combates.

“Inicialmente se requiere tomar declaración al responsable de la Federación para ver qué papeles, esta organización cómo han contactado con España, con la Federación”, agrega José Nieto, inspector Jefe Centro Inteligencia y Análisis de Riesgo.

Y, ¿por qué boxeadores nicaragüenses? Nicaragua es uno de los países con mayor tradición de boxeo.

Al respecto, José González, profesor de boxeo, dice. “Todo lo que es el mundo en Nicaragua sabemos que son grandes convenientes, tienen un boxeo muy aguerrido”.

Los responsables son culpables de los delitos.

“Por un lado tenemos el delito contra el derecho de los trabajadores, que puede tener una serie de subtipos agravados y que no tiene una pena especialmente alta, pero dependiendo del número de personas, dependiendo de lo sofisticado de la organización, podría tener penas de cárcel y luego, por otro lado, está el delito de la organización criminal, de la banda”, explica Jacobo Teijelo, abogado penalista.

La Policía pudo detener a parte de la red y liberó a los boxeadores, pero se sigue investigando. El problema radica ahora en que los boxeadores nicaragüenses no quieren colaborar con la justicia porque tienen miedo a posibles represalias.

 

Con información de Alberto Peláez, corresponsal de Noticieros Televisa.

 

AAE