Antes de embarcar en el avión de la compañía aérea portuguesa TAP que despegó a las 15:53 hora local (14:53 GMT) con destino a Roma, Francisco fue despedido con honores militares por las máximas autoridades del país en la base de Monte Real, en la que el viernes pisaba por primera vez territorio luso.
Acompañado por el jefe del Estado portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, el pontífice recorrió a pie el trayecto desde el edificio principal de la base hasta la escalerilla del avión para despedirse de los máximos representantes políticos, militares y eclesiásticos de Portugal.
Durante el vuelo, el pontífice ofrecerá una rueda de prensa a los periodistas que le han acompañado en este viaje a Fátima, localidad situada a poco más de 100 kilómetros al norte de Lisboa, que ha sido seguido por miles de fieles en todo el mundo.
El acto más destacado de la segunda y última jornada de su estancia en Portugal fue la multitudinaria misa que Francisco celebró en la explanada del santuario, en la que canonizó a dos de los tres pastores que fueron testigos de las apariciones de la Virgen, los hermanos Jacinta y Francisco.
La que ha sido la primera ceremonia de canonización que se celebra en Portugal fue seguida, dentro del recinto y en las calles aledañas, por medio millón de personas de 55 nacionalidades.
Francisco es el cuarto pontífice que visita Portugal, tras Pablo VI (1967), Juan Pablo II (1982, 1991 y 2000) y Benedicto XVI (2010).
RAMG