CRIMEN Y SEGURIDAD

Observador británico de la OSCE muere por explosión de una mina en Ucrania

Un observador británico de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) murió en la provincia ucraniana de Lugansk al explotar una mina al paso del automóvil en el que viajaba una misión de ese organismo.  

“Como resultado de la explosión de una mina en territorio ucraniano ocupado de la provincia de Lugansk murió el miembro de la misión de la OSCE, Joseph Stone, de ciudadanía británica”, informó Antón Gueráschenko, asesor del Ministerio del Interior de Ucrania, en un comunicado.

Agregó que también resultó herido otra integrante de la misión, una ciudadana alemana, que ha sido ingresada en un hospital y cuya vida no corre peligro.

El presidente en ejercicio de la OSCE, el ministro de Exteriores de Austria, Sebastian Kurz, confirmó la muerte del observador en su cuenta de Twitter.

“Trágicas noticias desde Ucrania. Una patrulla de la Misión de Observación Especial chocó con una mina. Un miembro de la patrulla resultó muerto y otro herido. La muerte de un colega es un revés para toda la OSCE”, escribió.

Kurz demandó una “profunda investigación” del incidente para que los responsables del ataque respondan por sus actos.

Según informó la policía de la autoproclamada república separatista prorrusa de Lugansk, la explosión ocurrió a la altura de la localidad de Prishib, cerca de la línea de separación de fuerzas en el este de Ucrania.

Al parecer, uno de los coches del convoy de la OSCE fue alcanzado de lleno por una mina antitanque, mientras el segundo resultó intacto.

Las autoridades rebeldes no dudaron en responsabilizar del ataque a un grupo subversivo ucraniano, en lo que calificaron de provocación “sin precedentes” que puede desencadenar un recrudecimiento de los combates.

Mientras, el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, demandó una investigación y que los responsables sean castigados, al tiempo que condenó “la permanente obstrucción” del trabajo de la OSCE por parte de los separatistas prorrusos.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, secundó la petición de una investigación exhaustiva y recordó que la libre circulación de los observadores internacionales debe ser garantizada.

Por su parte, la república separatista de Donetsk recordó que se habían dirigido a la OSCE para que extremara las medidas de seguridad.

“Es sabido que dicho convoy se salió de la ruta habitual y se desplazaba por carreteras secundarias, lo que está prohibido por el mandato de la misión de observación de la OSCE”, declaró Eduard Basurin, subcomandante de las milicias rebeldes de Donetsk, a medios rusos.

Aunque los Acuerdos de Paz de Minsk de febrero de 2015 pusieron fin a la guerra a gran escala entre el Ejército ucraniano y las milicias insurgentes prorrusas, las escaramuzas son constantes, al igual que las bajas en ambos bandos.

Las negociaciones de paz están estancadas, entre otras cosas, por la falta de acuerdo sobre las elecciones en las zonas controladas por los separatistas, ya que Kiev exige garantías de seguridad y la presencia de observadores internacionales.

Además, Ucrania demanda el control de la frontera entre las regiones de Donetsk y Lugansk y el territorio ruso, mientras Moscú pide a Kiev que apruebe antes una ley que otorgue altas dosis de autonomía a las zonas separatistas.