La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en coordinación con la Secretaría de Marina (Semar), aseguraron una red tipo chinchorro donde se encontraban enmallados cuatro ejemplares de totoaba muertos y en avanzado estado de descomposición, a 25 kilómetros al norte de San Felipe, Baja California, dentro del Área de Refugio para la Protección a la Vaquita Marina.
A través de un comunicado se informó que el arte de pesca de casi 250 metros de longitud y 10 pulgadas de luz de malla fue detectado y levantado por la embarcación científica perteneciente a la organización SEA SHEPHERD, la madrugada del pasado jueves, como parte de las acciones de vigilancia y protección que realizan de manera coordinada la Profepa y la Semar.
Tras el avistamiento de citada red, la capitán de citado buque reportó a la delegación federal de la Profepa en la entidad, la presencia de una extensa red totoabera que se encontraba abandonada en aguas del Alto Golfo de California.
El punto fue localizado a 25 kilómetros al norte de San Felipe, Baja California, dentro del Área de Refugio para la Protección a la Vaquita Marina, hasta donde acudieron elementos de la Profepa, la Secretaría de Marina y la Gendarmería Nacional, a bordo de una patrulla interceptora de la Secretaría de Marina.
Al extraer la red se encontraron cuatro totoabas que en promedio median un metro de longitud y con un peso aproximado de 35 kilogramos, todas en avanzado estado de descomposición, por lo que una vez en tierra firme se procedió a la destrucción inmediata del producto, con la participación de la Semar y Gendarmería Nacional.
Hasta el pasado mes de marzo y tras dos años de la estrategia del gobierno federal para las tareas de inspección y vigilancia en la zona de protección de la Totoaba y la Vaquita Marina en el Alto Golfo de California, la Profepa aseguró 903 redes y encontrado enredadas en redes y cimbras 272 totoabas.
Asimismo, en la detención del tráfico ilegal de totoaba, mediante los filtros de revisión instalados por la Sedena, la Policía Federal, Profepa y Conapesca se ha detectado el tráfico de 319 vejigas natatorias, comúnmente llamados buches de totoaba que finalmente fueron destruidos para evitar toda forma de utilización.
LSH