Abdul Aziz Ajini, director de la Oficina de Información de ese organismo, no pudo precisar el número exacto de personas que han sido dados de alta, pero señaló que “muy pocos siguen en hospitales, porque este tipo de heridas o te matan o sobrevives, no se necesita mucha asistencia médica una semana después”.
Además, “muchos pacientes normalmente prefieren abandonar los hospitales antes de tiempo por el temor de que sean atacados. Muchos centros sanitarios han sido blanco de bombardeos”, aseguró a través de Skype.
Según los datos de Ajini, un total de 89 personas fallecieron en el supuesto bombardeo químico del martes contra Jan Shijún, situada en el sur de la provincia de Idleb, mientras que 541 sufrieron heridas.
De los heridos, al menos 54 fueron tratados en hospitales de Turquía, fronteriza con Idleb, de los que tres perdieron la vida.
El resto ha sido hospitalizado en Idleb, donde hay 45 centros sanitarios.
No obstante, Ajini se quejó de que la situación sanitaria en la provincia es “grave”, sobre todo, a la hora de lidiar con víctimas de ataques con armas químicas.
Los hospitales “no cuentan con las medicinas necesarias para tratar lesiones por gases tóxicos, como el sarín y el fósforo orgánico”, apuntó.
En cuanto al personal sanitario, Ajini afirmó que hay escasez de médicos de algunas especialidades como neurología y oftalmología.
El portavoz agregó que los hospitales carecen de protección frente a los bombardeos: “Hay algunos centros médicos en cuevas subterráneas, pero no podemos decir que sean hospitales, ya que no pueden acoger a muchos enfermos al mismo tiempo”.
“Este hospital era uno de los mayores y más avanzados en la provincia de Idleb -añadió- Muchos piensan que fue destruido deliberadamente antes del ataque químico”.
De acuerdo con los últimos datos del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos 87 personas, de las que 31 eran menores de edad, perecieron un bombardeo con gases lanzado por aviones de origen desconocido contra Jan Shijún.
Los opositores acusaron al Gobierno sirio de estar detrás de este ataque, mientras que las autoridades sirias lo negaron categóricamente.
RAMG