El Tesoro francés pronostica que la economía británica ralentizará su ritmo de crecimiento en 2017 y 2018 debido a “la incertidumbre” en las negociaciones del Brexit y considera que la expansión del producto interior bruto (PIB) de España se desacelerará por “un ajuste presupuestario anticipado”.
Según sus cálculos, la actividad en el Reino Unido, que progresó el 1.8 % en 2016, subirá el 1.7 % en 2017 -el Banco de Inglaterra pronosticaba un 2 %-, y el 1.5 % en 2018.
La “incertidumbre” por las condiciones de salida de la Unión Europea a la que apunta el Tesoro francés puede llevar a las empresas británicas a “postergar algunas decisiones de inversión” y eso supone “una traba” a la marcha de la economía.
Asimismo, la “fuerte depreciación de la libra”, más del 15 % desde mediados de diciembre, acabará por afectar el poder de compra de los hogares, avisan los autores del estudio.
La zona euro, que registrará una tendencia de crecimiento “casi estable” en 2017, también sentirá las consecuencias de la negociación del Brexit, especialmente en el capítulo de las exportaciones.
De cualquier modo, los países del euro podrán compensar la disminución de las ventas al Reino Unido gracias a la “aceleración de la demanda mundial”.
Eso “afectará particularmente a la inversión de las empresas, a pesar de que el nivel de confianza continúa elevado y las condiciones de financiación favorables”, señaló.
No obstante, “el dinamismo en la creación de empleo” unido a la “estabilización de los salarios reales” permitirá amortiguar la ralentización.
El informe constata una mejora global de la economía mundial y calcula que Estados Unidos tendrá un crecimiento del 2.3 % en 2017 y del 2.4 % en 2018, frente al 1.6 % en 2016 resultado de la “política expansionista” anunciada por el nuevo Gobierno del presidente Donald Trump.
BLR
