CRIMEN Y SEGURIDAD

Los enclaves musulmanes en Reino Unido

Casi uno de cada tres habitantes en la ciudad de Luton, al sur de Inglaterra, es musulmán.

Al igual que en la segunda urbe más grande del Reino Unido – Birmingham, – la mayor parte de los musulmanes aquí viven concentrados en zonas segregadas e inmunes al exterior.

El hecho de que el atacante de Westminster, Khalid Masood, haya vivido en Luton y Birmingham después de convertirse al islam, puso de nuevo el foco en los enclaves musulmanes de estas ciudades inglesas, apodadas ya como las “ciudades de yihadistas”.

Syed Shah es un experto legal en Luton. Durante la última década ha defendido a decenas de musulmanes locales radicalizados.

Shah ha observado una tendencia clara: al igual que en el caso del terrorista Masood, la mayoría cuentan con un pasado criminal común y corriente, y terminaron en la cárcel, donde eventualmente aceptaron la ideología islamista más extrema.

“Lo que encontraremos es que hay individuos radicales que están llenando las prisiones. Ellos son criminales comunes y corrientes, que han ido a prisión por cometer crímenes menores. Ellos no entienden los beneficios de la religión: la religión del islam enseña la paz y la armonía. Pero esas personas, como están en prisión, tienen el corazón endurecido y una mente cerrada. Y se apoderan de las creencias que son muy radicales. Eso es lo que pregonan”, explica el abogado Syed Shah.

Expertos del organismo británico “Centro contra la Radicalización” analizaron 269 casos judiciales de yihadistas británicos encarcelados, tanto de los que nacieron en familias musulmanas, como los que se convirtieron de otra fe, principalmente cristianos, al islam radical, como fue el caso de Adrian Adjao, quien se convirtió en Khalid Masood.

Según un análisis de este centro estratégico, las personas de esta categoría son cuatro veces más propensas a cometer actos violentos.

Los líderes musulmanes británicos apelaron al Gobierno del Reino Unido a adoptar un paquete de medidas mucho más rígidas contra la radicalización en las cárceles.

Porque son los musulmanes moderados quienes sufren por las acciones de un solo individuo.

“Desafortunadamente, en la realidad en que vivimos siempre habrá una discusión acalorada sobre los musulmanes y su lugar en esta parte del mundo. Y la gente cuestionará la identidad musulmana, si es diferente a la identidad británica. Y por supuesto, desafortunadamente hay algunas personas que lo llevan más allá y desafortunadamente vemos tendencias que resultan en odio criminal o en ataques físicos o en hostilidad hacia los musulmanes”, dice Hayaan Bhabha, consejero político de relaciones entre las comunidades de musulmanes.

Tras años de experiencia de trabajo con jóvenes musulmanes radicalizados, Syed Shah sugiere que el uso de nuevas tecnologías debe ser utilizado para limitar las acciones de esta minoría.

“Para proteger a la población en general esas personas deben ser monitoreadas muy de cerca. Incluso si tienen que reportar su paradero, se les tiene que reportar. Incluso si se les sigue con tecnología ‘inteligente’, ellos tienen que ser seguidos y monitoreados por la seguridad de otros. Y si ellos no tienen nada que esconder, perfecto… hay tecnología inteligente y a esas personas se les debería implantar tal tecnología para seguirlos y monitoreados donde quiera que vayan. Así las fuerzas policíacas, el MI5, sabrían exactamente dónde están. Se les controlaría, y se sabría exactamente qué están haciendo”, añade Syed Shah.

Se estima que hay 3,000 yihadistas violentos británicos, supervisados por los servicios de inteligencia británicos MI5 y MI6.

Estos extremistas violentos representan menos de una décima parte del 1 por ciento de la población musulmana británica, que supera los 3 millones de ciudadanos.

 

Con información de Vytas Rudavicius, corresponsal de Noticieros Televisa.

 

AAE