POLíTICA

El papa pide solidaridad a la UE; participa en inédita audiencia con líderes del bloque

El papa Francisco recibió este viernes a los líderes de la Unión Europea, a quienes recordó que Europa tiene una identidad “multicultural” y advirtió contra las tendencias que apuntan a su disgregación.

 

El pontífice recibió en la Sala Regia del Vaticano a los líderes comunitarios que celebrarán en Roma el sábado el 60 aniversario de la firma de los tratados fundacionales de la UE y aprovechó la solemne ocasión para instarles a ser fieles al principio de solidaridad.

Y ello para “hacer frente a las fuerzas centrífugas”, referencia que hizo en ausencia de la máxima representación del Reino Unido, país que se dispone en breve a iniciar el proceso de abandono de la Unión.

El papa argentino advirtió, en un discurso crítico pero carente de los duros reproches que dirigió en el pasado a la dirección que tomó la UE en los últimos tiempos, contra “la tentación de reducir los ideales fundacionales de la Unión a las exigencias productivas, económicas y financieras”.

Jorge Bergoglio repitió en sus palabras a los líderes comunitarios las alusiones a los principios de solidaridad de los que dotaron a la Europa recién salida de la II Guerra Mundial los padres fundadores que promovieron los tratados, cuya firma en Roma en 1957 la Unión conmemora el sábado en la capital italiana.

El papa avisó: Europa “no es un conjunto de normas que cumplir, o un manual de protocolos y procedimientos que seguir”, y apeló a las enseñanzas de aquellos “padres fundadores”.

“A menudo se olvida también otra gran conquista fruto de la solidaridad sancionada el 25 de marzo de 1957: el tiempo de paz más largo de los últimos siglos”, continuó el papa, quien recordó las palabras que él mismo pronunció a principios de este mismo año.

Entonces, el papa dijo al cuerpo diplomático acreditado en la Santa Sede que “para muchos la paz es de alguna manera un bien que se da por descontado, y así no es difícil que se acabe por considerarla superflua. Por el contrario, la paz es un bien valioso y esencial”.

Francisco consideró que los sesenta años se consideran como “el tiempo de la plena madurez”.

“Una edad crucial en la que estamos llamados de nuevo a revisarnos. También hoy, la Unión Europea está llamada a un replanteamiento, a curar los inevitables achaques que vienen con los años y a encontrar nuevas vías para continuar su propio camino”.

Pero, subrayó, la UE “no tiene ante ella una inevitable vejez, sino la posibilidad de una nueva juventud. Su éxito dependerá de la voluntad de trabajar una vez más juntos y del deseo de apostar por el futuro”.

“Eso significa no tener miedo a tomar decisiones eficaces, para responder a los problemas reales de las personas y para resistir el paso del tiempo”, agregó.

Las alusiones al origen multicultural de Europa las hizo Bergoglio añadiendo que su historia está marcada por “el encuentro con otros pueblos y culturas”, e instó además a considerar que la solidaridad es “el antídoto más eficaz contra los modernos populismos”.

No podía faltar la referencia a la “grave crisis migratoria” que afronta la Unión, y el papa advirtió de que no es solo “un problema numérico, económico o de seguridad”, sino que él llama a Europa a plantearse qué cultura está en condiciones de proponer.

“Parece como si el bienestar conseguido le hubiera recortado las alas y le hubiera hecho bajar la mirada”, agregó sobre la actitud con la que Europa afronta sus desafíos en el siglo XXI.

Y mencionó el riesgo de los populismos, que “florecen precisamente por el egoísmo, que nos encierra en un círculo estrecho y asfixiante y no nos permite superar la estrechez de los propios pensamientos ni ‘mirar más allá'”.

El papa dijo que Europa “es una familia de pueblos y, como en toda buena familia, existen susceptibilidades diferentes, pero todos podrán crecer en la medida en que estén unidos. La Unión Europea nace como unidad de las diferencias”.

“Por eso las peculiaridades no deben asustar, ni se puede pensar que la unidad se preserva con la uniformidad”, estimó el pontífice.

La audiencia se cerró con un breve momento para la historia: una foto de familia del pontífice con los líderes de la Unión en un marco poco habitual, aquel en el que la Iglesia Católica elige a sus papas, la Capilla Sixtina.

INÉDITA REUNIÓN

El papa Francisco se reunió con los líderes de la Unión Europea (UE) y con 27 jefes de Estado y de Gobierno de países miembros, en una inédita audiencia con motivo del 60 aniversario del Tratado de Roma.

Nunca un pontífice había reunido a tantos mandatarios juntos en el Vaticano.

El primer papa no europeo ha criticado con dureza en otras ocasiones a una Europa que “ha perdido sus valores”.

“¿Qué te ha sucedido, Europa humanista, defensora de los derechos humanos, de la democracia y de la libertad?”, preguntó a los mandatarios europeos durante la ceremonia en la que se le entregó el premio europeo Carlomagno en mayo de 2016.

En aquella ocasión, Francisco criticó una Europa que levanta muros contra los refugiados, pero también animó a sus líderes a buscar “un impulso nuevo y audaz para este amado continente”.

En su visita al Parlamento Europeo el 25 de noviembre de 2014, Francisco ya había hablado de una Europa envejecida, que “ya no parece ser capaz de hacerle frente con la vitalidad y la energía del pasado”, y de una “Europa un poco cansada y pesimista que se siente asediada por las novedades de otros continentes”.

La audiencia se celebró en la Sala Regia del palacio apostólico y no está presente la primera ministra británica, Theresa May.

También participaron el presidente del Parlamento Europeo (PE), Antonio Tajani; el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.

El acto comenzó con unas palabras del primer ministro italiano y anfitrión de la cumbre del sábado en Roma, Paolo Gentiloni, y después tomó la palabra el presidente del PE, el también italiano Tajani, y luego llegó el discurso del papa.

El papa escucha las palabras del presidente del Parlamento Europeo (PE), Antonio Tajani, en el Vaticano. (AP)

Por la parte vaticana estuvieron presentes el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolín; el sustituto para los Asuntos Generales, Angelo Becciu, y el secretario para las Relaciones con los Estados, Richard Gallagher, entre otros miembros de la Curia.

También asistieron el presidente del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa, el cardenal italiano Angelo Bagnasco, y el presidente de la Comisión de Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea (COMECE), Reinhard Marx.

Tras el acto, Francisco saludó uno a uno a los jefes de las delegaciones nacionales.

Los líderes europeos tienen mañana sábado su cita en el Campidoglio, el ayuntamiento de la capital italiana, para celebrar el 60 aniversario de la firma del Tratado de Roma.

 

AAE