El 12 de febrero, Jesús Alonso Arreola transportaba a un amigo a San Diego.
Durante el trayecto, fue detenido por la patrulla fronteriza, quien le solicitó papeles y detectó que su acompañante era indocumentado, por esto le presentaron cargos por tráfico de inmigrantes indocumentados.
En un inicio, Jesús estaba en un centro de detención en California, luego lo trasladaron a otro en Arizona, y después lo transfirieron a Georgia; ahí se encuentra esperando a que un juez de inmigración determine si los cargos tienen o no validez.
Yo le dije ¿Dónde estás? Y me dice en San Diego ¿En qué parte? No sé, sólo sé que es San Diego, después me llamó de Arizona, me dijo estoy en Arizona ¿En que parte? En Arizona, no sé y después que lo pasaron a Georgia. Hasta me dijo sorprendido, ¿Dónde crees que estoy? Y ya me dijo, en Georgia”, recordó Rosa Robles, madre de Jesús Alonso.
“Yo quiero la libertad para mi cliente y él es mi interés número uno, pero si yo no puedo acudir una fianza por, por los métodos que existen, entonces sí se puede convertir en algo federal que hay que hacer algo adicional con las cortes federales para tratar de sacarlo, por lo que yo tengo entendido no hay cargos pendientes criminales en contra de el a lo más un ticket por exceso de velocidad”, afirmó Joseph Porta, abogado de Jesús Alonso Arreola Robles.
La representación del gobierno mexicano, a través del consulado, aún no ha sido requerida por su abogado, sin embargo, de ser necesario colaborará para tratar de liberar al joven mexicano, por lo pronto, sus familiares temen que sea deportado.
Desde que inició la nueva presidencia yo he tenido mucho miedo, yo tenía temor también por su permiso que él tiene, y si yo incluso he hablado con mi esposo y pusiera regresarme a mi país porque siento que es mucha, nos están atacando mucho y sin haber motivo”.
Los padres de Jesús son residentes legales, él fue a la universidad, sin embargo, no concluyó sus estudios y trabajaba en un hotel de Los Angeles.
Con información de Ana María Islas
AGHO
