El 12 de febrero, a las 12 del día, 65 organizaciones de la sociedad civil convocan a una marcha para “manifestar apoyo a los mexicanos en Estados Unidos, sobre todo”, afirmó la académica María Amparo Casar, quien participa de la convocatoria del movimiento, bajo el lema “Vibra México”.
En entrevista para Despierta con Loret, Casar explica que al día siguiente de la toma de posesión de Donald Trump, “hubo 4 millones 200 mil manifestantes en el mundo, y México contribuyó con 600 personas, es decir 0.01% de los manifestantes” de todos los países, a pesar de que se trata del país “más agraviado por las palabras de Trump”. Esto ocurrió porque “hay apatía o no hubo quien prendiera la chispa”.
A la marcha de Vibra México, explicó se han sumado “desde universidades grandísimas, como es la UNAM, que representa la diversidad del país, hasta institutos y organizaciones pequeñas, como el CIDE, el Colegio de San Luis, u organizaciones que combaten la pobreza. Recientemente se sumó Oxfam”.
Insistió en que la marcha no tiene firma política, sino que es “una marcha pacífica, para demandar respeto a México”. Enfatizo que, aunque han sido “muy enfáticos de que no es progobierno ni antigobierno, es imposible saber si habrá gente que demande agravios contra el gobierno, pero no es nuestra intención”, pero subrayó la necesidad de “que se limpie la casa, porque somos vulnerables si hay corrupción e impunidad”.
Destacó que en la Ciudad de México “hay marchas todos los días, pero frente a un embate como el de Donald Trump, es de las pocas cosas que nos pueden dar unidad”.
Se trata de mostrar “a una ciudadanía que puede demostrar su indignación frente a políticas discriminatorias y xenófobas, y que apoya a los mexicanos de allá”.
Lamentó que marchas con firma política se hayan montado en la movilización que están convocando, pero reconoció que “el derecho a marchar lo tenemos todos los ciudadanos”.
tfo
