CRIMEN Y SEGURIDAD

Concluyen honras fúnebres del sacerdote asesinado en Coahuila

En Saltillo, Coahuila, durante tres días, sacerdotes, familiares y feligreses católicos participaron en los funerales del padre Joaquín Hernández Sifuentes, quien fue estrangulado y su cuerpo abandonado en un ejido del municipio de Parras de la Fuente.

“Nosotros no hablábamos con él, él era muy bueno”, dijo Juanita Sifuentes, madre del padre Joaquín.

El cuerpo del sacerdote fue entregado a sus familiares el pasado viernes. El sábado fue velado de manera privada.

Después de ser cremado, el domingo sus cenizas llegaron al Seminario Mayor de Saltillo donde fueron recibidas con mariachi.

Este lunes, concluyeron las honras fúnebres con una misa en la Catedral de Saltillo, en la que participó el presbiterio de la Diócesis de Saltillo y Piedras Negras, además de más de 800 feligreses católicos.

El obispo de la Diócesis de Saltillo, Raúl Vera López, señaló que aún se desconoce el móvil del asesinato.

“Nosotros no hemos tenido ningún encuentro con la Procuraduría, quedamos que todo lo que diéramos lo daríamos por escrito”, comentó Raúl Vera López.

De acuerdo con la Procuraduría General de Justicia de Coahuila, el sacerdote Joaquín, convivió desde la noche del martes 2 de enero con dos jóvenes en la Casa Parroquial.

La mañana del 3 de enero se dio una discusión que terminó con el asesinato del sacerdote. Luego fue enterrado clandestinamente en un ejido de Parras de la Fuente.

“Lo único que sí tengo que aclarar es que no era un seminarista, ni era un seminarista, ni fue un seminarista, eso sí lo tengo que aclarar”, agregó Raúl Vera López.

La urna con las cenizas del padre Joaquín Hernández Sifuentes fueron depositadas por sus familiares en la iglesia del Ojo de Agua, al sur de Saltillo.

Con información de Juan Andrés Martínez

BLR