ARTE Y CULTURA

Parachicos y chiapanecas mantienen tradición en Chiapa de Corzo, Chiapas

Miles de parachicos y chiapanecas danzaron durante más de 12 horas las calles, iglesias y ermitas de Chiapa de Corzo, Chiapas en honor a La Fiesta Grande de enero.

“Es un orgullo bailar, salir, vestirse. Se le enchina la piel a cualquiera que ande ahí bailando es una gran sensación”, dijo Mauricio, parachico.

Durante la danza, el patrón armoniza con alabanzas; los parachicos responden con aclamaciones en los altares de los santos en su día de celebración.

“Para mí es una tradición es algo que nace. Es algo muy bonito que esperamos cada año, nervios no se puede ni dormir solo pensar que ya es 15 de enero y que el padre Dios nos regaló un año más”, afirmó José Francisco Barrientos, parachico.

Con máscaras de maderas y monteras en la cabeza y vestidos con sarapes, chales bordados y cintas de colores, los parachicos suenan César sus “chinchines”.

Todos siguen al patrón de los parachicos portador de una máscara de expresión severa, una guitarra y un látigo, que toca la flauta acompañado dos tamborileros.

“En cada zapateado es un gozo que se tiene, un orgullo un honor representarlo más que nada cada año lo esperamos”, indicó César Clemente Blanco, parachico.

Los parachicos son catalogados patrimonio inmaterial de la humanidad.

Con música de tambor y carrizo las calles de Chiapa de Corzo fueron inundadas por los danzantes que le rinden honor al señor de Esquipulas.

“Ser parachico para mí significa una nueva vida cada año y agradecido con los santos”, destacó Manuel, parachico.

Doña Emilia Borgolla danza desde hace tres años, pues asegura que el señor de Esquipulas la ayudó a sanar de cáncer.

“Hace poco acabo de pasar por un proceso de cáncer y vine hacer una manda para que me concedieran vida”, afirmó Emilia Borgolla, chiapaneca.

Los parachicos y las chiapanecas simbolizan alegría, colorido y algarabía, son los encargados de amenizar la fiesta grande de enero.

Durante seis días salen a danzar a las calles de Chiapa de Corzo, muchos de ellos en agradecimiento a un año más de vida.

FSR