Con la danza de los chuntá dio inicio la fiesta grande de enero, en Chiapa de Corzo, Chiapas.
Cientos de hombres vestidos con faldas floreadas, blusas bordadas y una canasta adornada con banderas de colores sobre la cabeza recorrieron las calles de esta ciudad colonial.
“Es una gran responsabilidad porque soy el portavoz de una tradición que tiene muchos años de llevarse a cabo y yo me siento feliz de ser parte de una representación tan importante.”, dijo José Pablo, chuntá.
Acompañados de la música tradicional de tambor y carrizo, los chuntá recorren todas las iglesias y ermitas de la ciudad durante más de ocho horas.
Los chuntá representan a los sirvientes de María de Angulo, quienes repartieron la comida en Chiapa de Corzo en la época de hambruna por agradecimiento a la sanación de su hijo.
“Empece a salir de chuntá porque hice una manda por mi hermana, para que se curara, para que ya no le dieran tan seguido las convulsiones.”, añadió Orlando.
Durante 38 años la familia Madrigal ha danzado para preservar las tradiciones que hoy comparten con el pueblo chiapacorceño.
“Es algo agradable un sentimiento muy bonito, un gusto tremendo lo esperamos con mucho gusto durante todo el año, ahorrando para hacer la fiesta”, relató Gerardo Madrigal Nigenda, promotor cultural de la pandilla del Jerry.
Hombres, mujeres y niños se organizan en grupos para salir a bailar los sones que identifican a Chiapa de Corzo como son el zapateado, el jabalí y el torito, entre otros.
Las personas que acompañan a los danzantes portan canastos, se trata de una algarabía que anunció el inicio de los festejos más tradicionales de la entidad.
Con información de Juan Álvarez Moreno
LHE
