El invierno quedó atrás para dar paso a la primavera, que este año inició a las 10:15 de la mañana de este martes 20 de marzo.
Para recibir a la estación de la fertilidad, el dios serpiente de los mayas, Kukulcán, descendió en la zona arqueológica de Chichén-Itzá, en Yucatán.
Kukulcán bajó de los cielos para fecundar la tierra y lo hizo en el castillo, convertido en 2007 en una las siete nuevas maravillas del mundo.
A las tres de la tarde con 15 minutos, el dios emplumado comenzó a descender.
El cuerpo está formado por siete triángulos isósceles y se reflejan debido a un fenómeno arqueoastronómico por la posición del castillo respecto al Sol y al movimiento de rotación y traslación de la Tierra.
Se puede observar en la escalinata norte del castillo, pirámide de Kukulcán, la formación de triángulos de luz y sombra que confluyen, convergen hasta la cabeza de serpiente”, explicó Marco Antonio Santos, director de la Zona Arqueológica de Chichén-Itzá.
A las 17.00 horas el cuerpo de Kukulcán se formó en su totalidad.
La bienaventuranza de la Tierra, es como toda divinidad que desciende del cielo, es una simulación, es un simbolismo que esté bajando Kukulcán del firmamento hacía la Tierra y después vuelva a ascender a las alturas”, detalló Eddie Salazar, astrónomo del Institutito Tecnológico de Mérida.
Luego de formarse el cuerpo de la serpiente, el dios maya inició su ascenso.
Muy avanzada para su tiempo, que es maravilloso y es una ciencia exacta”, comentó Ismael Parra, visitante de Michoacán.
Más de 10 mil personas observaron este fenómeno maya.
Se puede apreciar todo el conocimiento que encerraba la cultura maya y de verdad que es admirable”, aseguró Ricardo Romanó, visitante de Argentina.
Es fenómeno arqueoastronómico en el que se conjugaron las matemáticas, astronomía y religión de una de las civilizaciones más importantes de la humanidad.
Con información de Alejandro Sánchez
MAP
