Luis Ramos es originario de Honduras, hace cuatro meses fue deportado de los Estados Unidos y llego a casa INDI en busca de cobijo y alimento. Así como Luis, llegan a casa INDI más de 90 personas al día en buscan de un apoyo.
“Soy de Honduras y como todos los centroamericanos decidimos salir de nuestro país por toda la situación económica que se vive”.
Luis trabajaba en Estados Unidos en un restaurante chino y ganaba en promedio 250 dólares por semana, esto es equivalente a poco más de 4 mil 250 pesos. Hoy carece de oportunidades laborales, la falta de permisos que autoricen su estancia legal en México son su principal dificultad.
-Oiga, ¿su familia la ha visto?
“No”.
-¿Desde cuándo?
“Desde, pues ya llevo aquí casi cuatro años”.
-¿Y no sabe nada o ha tenido contacto?
“No, no la he visto”.
-¿A quién más extraña?
“Pues a mi mamá y a mi papá”
-Si tuviera la oportunidad de verlos, ¿cuál sería el mensaje?
“Que los extraño”.
De 90 atenciones diarias se aumentó a 150, las bajas temperaturas han incrementado los trabajos para la atención de quienes menos tienen.
Felipe de Jesús Sánchez, fundador de Casa INDI, explica: “Hemos recibido a más de 120, 150 personas, con otros se hospedan entre 120 y 150, y ahora por las inclemencias del tiempo hemos subido un poquito más el número. Ya tenemos varias personas, adultos mayores que vienen con nosotros que los hemos encontrado en la calle, que la policía los ha traído. Inclusive los soldados han venido a ofrecer sus servicios de café y refresco y cobijas”.
Aquí todos tienen una historia que contar que va más allá de sus necesidades de cobijo o alimentación, las bajas temperaturas continuarán y ellos saben que en este lugar podrán encontrar algo que antes se les ha negado, un hogar.
Casa INDI se encuentra frente a la parroquía María Goretti en la avenida Bernardo Reyes en el municipio de Monterrey.
Con información de Francisco León
MLV
