CRIMEN Y SEGURIDAD

Ganaderos de Guanajuato se arman contra el crimen organizado

En Guanajuato, los ganaderos decidieron armarse ante la impunidad con la que actúan el crimen organizado y los delincuentes comunes en el robo de su ganado.

Francisco Torres, trabajador de un rancho ganadero en Manuel Doblado, Guanajuato, señala que el arma que tiene, una 9 milímetros, “sí está registrada”, y señala que todos “los ranchitos alrededor ya han tenido ese problema, con el ganado, de que se los roben”.

Guanajuato tiene el tercer lugar nacional en producción de ganado porcino y bovino con más de 800 mil cabezas.

El año pasado fue el segundo estado de la República con más robos de ganado, después de Tabasco.

Torres dice que los criminales se llevan “desde borregos, cabritas, becerritas, caballos; ahorita sí, lo que se les presente”.

En el 2016 se denunciaron 405 robos de ganado y de enero a septiembre del 2017, se denunciaron 280 robos de ganado.

Paulo Bañuelos, secretario de Desarrollo Agroalimentario y Rural del gobierno de Guanajuato, describe que el ganado es hurtado con violencia; “a veces han amarrado o maniatado justamente a quien vela, al velador, hacen ellos, llegan con camiones suben su ganado y se lo llevan”.

Para la población de menos recursos, el ganado es su único patrimonio y un ahorro para sus familias.

José Torres, ganadero en Manuel Doblado, Guanajuato, señala que se llevan varias cabezas de ganado “parece que 18, pero estaban sueltos en un potrero” y utilizan “un camión grande de doble rodada”.

Una cabeza de ganado en pie puede costar alrededor de 45 mil pesos, un semental, y una vaca lechera, 20 mil.

El kilo de carne en pie se vende entre 40 y 50 pesos.

Desde el primer día de noviembre pasado es obligatorio que todo el ganado bovino lleve un arete de identificación con un código de barras.

Rodolfo Ponce Ávila, director de Desarrollo Rural en el municipio de León, asevera que “ahorita ninguna cabeza de ganado que no tenga la identificación oficial, en ninguna carretera, ninguna calle, no puede ser vendido, no puede llegar ni siquiera a un rastro”.

Sagarpa y el Gobierno de Guanajuato establecieron el Sistema de Identificación del Ganado Nacional, Norma Oficial Mexicana, para que el ganado pueda ser rastreado.

Roberto Vázquez, gerente de la Asociación Ganadera de León, explica que es “para que en las casetas sepan qué animales fueron robados, qué aretes, qué fierros traían, para identificar el ganado robado, para que se pueda detectar”.

Sin embargo, los delincuentes encontraron nuevas formas de apropiarse del negocio de la carne.

Laura Estefanía Jurado, veterinaria de Sagarpa, advierte que el problema es que “se roban el ganado y le cortan las orejas; finalmente no sirve de mucho el arete”.

También sacrifican las reses en el campo, dice Rodolfo Ponce Ávila, las “matan en sitio y se llevan solamente la carne, dejan el cuero, dejan las vísceras, dejan todo ahí; eso lo hemos visto de manera un poquito más recurrente sobre todo en zonas muy alejadas. Los reportes son de viva voz, no son números oficiales”.

La carne de res robada se vende fuera de los rastros autorizados, dice Ponce Ávila, y es adquirida por “algún taquero, es lo que estamos viendo, algunas birrierías; de hecho, platicando con autoridades estatales, ya se hicieron operativos dentro de municipios como San Felipe y Ocampo”.

En León, hay más de cinco mil ganaderos registrados y 600 comunidades rurales.

Luis Enrique Ramírez, secretario Seguridad Pública de León, Guanajuato, señala que, dentro de la Policía Municipal existe “una parte que es la policía rural, donde se dedica exclusivamente a las comunidades, hacen la revisión de estos animales, hacen la revisión de los vehículos que transportan estos animales”.

Los municipios donde se reportan más robos de ganado son San Felipe, Guanajuato capital, San Miguel de Allende, Dolores Hidalgo y Apaseo el Grande.

Laura Estefanía Jurado señala que la gente está “cuidando su ganado todo el tiempo; como ves, ahorita, todo el tiempo están con ellos, cuidándolos día y noche, ya no los pueden dejar en cualquier lugar” sin vigilancia o en libre pastoreo, porque se los roban.

Roberto Vázquez, de la Asociación Ganadera de León, dicen que los ganaderos se protegen, “aparte de con la identificación, los herrajes, poner protecciones en sus predios, sobre todo, alambres de púas”.

La Unión Ganadera Regional y la Procuraduría de Justicia de Guanajuato no concedieron una entrevista sobre el tema.

 

 

(Con información de Guillermo López Portillo)

tfo