Desde hace 10 años, se construyó un tramo de la carretera federal que conduce a Nogales, Sonora.
Habitantes de los ejidos aledaños a la caseta han tenido que pagar el peaje, aunque solo utilicen unos cuantos kilómetros de autopista, lo que ha provocado problemas entre pobladores y trabajadores de la concesionaria.
La casa de Irabien Núñez, comisario ejidal de La Sangre, en Tubutama, Sonora, está a 15 kilómetros de la caseta de cobro de Santa Ana, ubicada en el kilómetro 39 de la carretera federal 15-D, que lleva a Nogales.
Irabien Núñez comentó que anteriormente “presentabas la copia de la credencial de elector, demostrabas que eras de aquí, de La Sangre, todo bien, pasabas… Llegó un momento en que dijeron no aplica la credencial, la copia, simplemente tienen que pagar”.
Cuando Irabien viaja al ejido de Trincheras, a comprar queso, o cuando viaja a Caborca tiene que pagar 105 pesos cada vez que cruza la caseta.
Todos los ejidatarios tenemos que ir a Caborca y batallamos pues porque a veces no nos acompletamos para la caseta, a veces nos cuesta más la caseta que la gasolina”, señaló.
No existe carretera alterna sin peaje para los habitantes de la zona, la alternativa es recorrer más de 100 kilómetros para viajar por una carretera sin cobro y poder llegar a Caborca.
Miguel Ángel Peralta, presidente de la asociación Malnacidos de Caborca, indicó que desde 2007 “ha habido una serie de exhortos, por parte de diputados locales y los diputados federales, para que a nosotros lo sonorenses no se nos cobre en las casetas”.
Los habitantes de la zona encontraron una forma de burlar el cobro de la caseta: “La gente de aquí, por no estar de acuerdo en pagar ese peaje, nos volamos la caseta”, reveló el comisario ejidal de La Sangre.
Ante esto, la empresa Pinfra, concesionaria de la caseta, contrató personal para impedir que los automovilistas crucen sin pagar.
A “la persona que se quiera pasar a la caseta, le tiran piedras enfrente, le ponen unas vayas de fierro, unos tambos, incluso se te ponen enfrente… tienen dos guardias de seguridad con las armas y se te ponen enfrente “, relató Irabien.
En los últimos días, los enfrentamientos entre trabajadores de la caseta y pobladores de la zona se han incrementado.
Antes de 2006, esta carretera federal podía transitarse sin pago de cuota. Los habitantes de los ejidos aledaños piden una vía alterna para circular o que modifiquen el cobro para los vecinos de la zona.
La idea es que se retire la caseta… o déjenos la vía libre como el todo tiempo lo tuvimos. Nosotros nunca pagábamos, porque estamos pagando nuestros impuestos como ciudadanos, para tener vías federales”, apuntó el comisario ejidal de La Sangre.
Con información de Raymundo Pérez Arellano.
RMT
