El otoño llegó a su fin para dar entrada al invierno, un cambio de estación imperceptible; es tan sólo un momento astronómico.
“El otoño finalizó hoy a las 10 de la mañana con 29 minutos y comenzó el invierno”, indicó Eddie Salazar, astrónomo del Instituto Tecnológico de Mérida.
Este jueves es el día más corto del año, tiene una duración de 10 horas 51 minutos y la noche de 13 horas con 09 minutos, se le conoce como solsticio, término astronómico relacionado con la posición del Sol en el Ecuador, el nombre proviene del latín “solstitium”, sol quieto.
“Es el día más corto y la noche más larga, es decir, es el solsticio de invierno, solsticio de invierno quiere decir, sol detenido”, explicó Eddie Salazar, astrónomo del Instituto Tecnológico de Mérida.
En este día de solsticio, Kukulcán, el Dios serpiente de los mayas, descendió en la zona arqueológica de Mayapán para fertilizar la tierra, dejar atrás el otoño e iniciar con un nuevo ciclo de vida, en el invierno.
El cuerpo de Kukulcán se formó con sus 7 triángulos isósceles proyectados por “Kinich Ahau”, el Dios Sol, que con sus destellos iluminó la escalinata Norte del castillo de Mayapán.
El fenómeno maya se registró debido a la posición del castillo respecto al sol, en un espectáculo de luz y sombra y en el que se aprecia que Kukulcán serpentea en su descenso.
“Se da por la orientación de la estructura y es un fenómeno que los mayas registraron para esta fecha, el solsticio de invierno”, indicó Carlos Peraza, director de la Zona Arqueológica de Mayapán.
Los mayas veneraban los solsticios y los cambios de estación, eran parte fundamental de los inicios constructivos de muchos de sus edificios.
“La exactitud también tiene que ver con la destreza y ese gran conocimiento que tenía el pueblo maya para edificar”, señaló José Huchim, arqueólogo del INAH.
En Oxkintok zona arqueológica al sur de Yucatán, El Dios Sol atravesó este arco para marcar el inicio del invierno.
Con información de Alejandro Sánchez.
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