Después de varias horas de audiencia con el juez de Control, se dictó auto de libertad inmediata a los cuatro detenidos –tres hombres y una mujer– entre éstos José Antonio Valdés Chapa, señalado por las autoridades como integrante de una célula de los Beltrán Leyva, en Morelos, quienes fueron aprehendidos la madrugada del jueves pasado, en Temixco, luego de un enfrentamiento entre policías del Mando Único de la entidad y los indiciados.
Luis Daniel Preciado García, familiar de las víctimas, dijo que “no hubo ninguna vinculación a que mi familia haya disparado, tampoco fue así como un tiroteo. El único tiroteo que hubo aquí fue por parte de los policías hacia mi familia”.
Ese día, las autoridades presuntamente recibieron información de que en una casa de la calle Francisco I. Madero, en Temixco, había gente armada, encabezada por Valdés Chapa. La versión de la policía señaló que al llegar al lugar fueron recibidos a balazos y tras responder la agresión, hicieron una pausa.
Se logró la detención de cuatro personas.
En la audiencia de este lunes, el juez de Control desestimó las pruebas aportadas por el Ministerio Público, la Fiscalía Especializada y el asesor jurídico de los policías y determinó la libertad inmediata de los detenidos.
Durante la audiencia, el juez dijo que era ilógico que el principal indiciado, José Antonio Valdés Chapa, señalado por la Fiscalía como quien atentó contra los policías, no hubiera consumado, por lo menos, el asesinato de uno de ellos.
También, el juez informó que las pruebas de balística, realizadas por la Fiscalía, a los cinco fusiles de cargo que presentó el Mando Único de Morelos no coincidían con los casquillos encontrados en el lugar y que los policías, a quienes se les practicó la prueba de rodizonato de sodio, resultaron negativos.
Indicó que las pruebas de balística de la mayoría de los casquillos 9 milímetros y 38 súper encontrados en el inmueble, no corresponden a las dos pistolas, una Glok 9 milímetros y una Colt 38 especial, encontradas en el lugar de los hechos.
El juez apuntó que las pruebas de parafina practicadas a las víctimas también resultaron negativas.
La defensa de las víctimas mencionó en la audiencia que, con base en las pruebas de balística de la Fiscalía morelense, hay por lo menos cuatro pistolas que fueron detonadas en el lugar sin que se sepa quiénes las accionaron y dónde están.
Al término de la audiencia, Víctor Javier Hernández, abogado defensor de la familia Valdés Chapa informó que, de acuerdo con las pruebas de fotografía forense, las víctimas presentaban el tiro de gracia.
Hay cinco armas largas que los policías estatales ponen a disposición, que supuestamente traían. Resulta que de acuerdo a balística, los casquillos encontrados en el domicilio, ninguna de esas armas disparó esos casquillos, entonces ¿qué armas? Hay dos armas, una 9 mm y una 38 súper. La arma 9 mm no disparó ningún casquillo de los que se encontraron, la 38, cuatro, se supone. Cuando los policías dicen que repelen una agresión constante… pero sobre todo en el baño, donde están ejecutadas las mujeres y los niños, ahí hay casquillos 9 mm y esos casquillos 9 mm pertenecen a cuatro armas que no fueron aseguradas”, detalló el abogado.
El abogado afirmó que los policías mintieron en su declaración y que se le mostró al juez que “esto fue una ejecución”.
Con información de Francisco Santa Anna.
RMT
