Los investigadores mexicanos señalan que con el pulpo se pueden construir modelos de prevención para alertar a las comunidades pesqueras y autoridades ambientales en caso de cambios bruscos de temperatura del agua.
“Generar modelos que nos permite suficiente información. La temperatura está subiendo en el Golfo de México y la Península de Yucatán no es la excepción y generar modelos que nos permitan predecir que va a pasar en 50 a 60 años”, indicó Carlos Rosas, encargado del Programa Pulpo Maya de la UNAM.
Señalan que la reproducción del molusco se realiza a 27 grados y si la temperatura del agua aumenta, esta especie no se reproduce e indica que hay un cambio climático que puede alterar el equilibrio marino de su especie.
“Estudios de laboratorio demuestran que por arriba de 27 grados los pulpos no desovan, las hembras no ponen huevos, los embriones no se desarrollan”, informó Carlos Rosas.
En el Golfo de México, en la sonda de Campeche, hay pruebas en donde ya hay un cambio de temperatura del agua y ha ocasionado daños a la población del pulpo.
“En la plataforma campechana en donde en el verano se alcanza más de 30 grados en el fondo donde viven los pulpos, están cambiando las abundancias de la población”, señaló el encargado del programa Pulpo Maya de la UNAM.
Con información de Alejandro Sánchez.
RAMG
