CONFLICTOS ARMADOS

CNDH explica resolución sobre el operativo en Nochixtlán

El uso excesivo de la fuerza marcó el enfrentamiento entre policías y pobladores de Nochixtlán, Oaxaca, el 19 de junio de 2016, donde resultaron siete personas fallecidas, cuatro de ellas, murieron por impactos de bala del mismo calibre que las armas de elementos de seguridad, de acuerdo con un informe de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

De acuerdo con Enrique Guadarrama López, segundo visitador de la CNDH, esto ocurrió por falta de preparación de las corporaciones oficiales. En entrevista para Estrictamente Personal, con Raymundo Riva Palacio, dijo que “la referencia a la falta de preparación con policías que no estaban en condiciones para el operativo las extraemos de los reportes y de haber hablado con muchos de los policías que participaron. Ese porcentaje lo estamos refiriendo a los policías estatales, 568 policías estatales que participaron a lo largo del día; de esos 568 policías, después de hablar con ellos, nos dimos cuenta de que 11.75% refirieron que ellos no participaban en esos operativos, por ser miembros de la banda de guerra; también hubo personal administrativo que dijo que no participa en esos operativos, ‘lo mío es dedicarme al corte de cabello de los compañeros’, referían; además había personas que tenían más de 24 horas en servicio y los incorporaron al operativo”.

El segundo visitador afirmó que, “a pesar de que se estableció un documento sobre cómo iban a actuar en el operativo, se dieron condiciones de improvisación”.

Enrique Guadarrama señaló que “el tema del diseño del operativo es pieza clave. Había indicaciones expresas de que los elementos no se presentaran armados, eso es cierto, también hubo certificación notarial previo al operativo, pero esa instrucción no se cumplió debidamente, porque hubo gente de la Policía estatal que iba armada. Eso nos lleva a decir que una cosa es la orden y otra que tenemos que verificar cómo se revisa para que se cumpla esta orden”.

De acuerdo con el visitador, “hubo 76 policías estatales que nos declararon que, antes de ir al operativo fueron al almacén y retiraron sus armas; hubo quien expresamente dijo que traía su arma de cargo, pero, cuando le preguntaron, contestó que no iba armada. Eso nos refiere que, aun cuando el diseño decía una cosa, la realidad fue diferente”. Es decir, abundó, “el diseño fue mal hecho”.

El funcionario de la CNDH subrayó que, además, “la Comisión destaca la falta de un análisis de inteligencia. Es claro que, si vamos a llevar un operativo, tenemos que estudiar el lugar, ubicar zonas de afectación, personas que pudieran resultar afectadas, que las personas en protesta pudieran también tener armas, es decir, que revisar esas condiciones para un operativo, no se cumplió”.

Enrique Guadarrama añadió que hubo “lanzamiento de gases lacrimógenos cerca de hospitales que tuvieron que cerrar la puerta no para negar el servicio, sino para no afectar a quienes ya estaban ahí”.

En resumen, señaló, “el diseño del operativo no incluyó análisis de inteligencia y no aterrizó en una revisión real del personal que atendió”.

Sobre la coordinación de las autoridades locales y federales, Enrique Guadarrama López declaró que “es cierto que el operativo lo solicitó el Gobierno del estado; también es cierto que la responsabilidad fue de la Policía Federal; también es cierto que hubo un grupo de coordinación que estaba en la ciudad de Oaxaca y monitoreó el operativo”.

Abundó que “en el terreno de los hechos había responsables de las corporaciones que participaron, uno pensaría que ellos se comunicaban y se coordinaron”, pero “lo cierto es que en un momento se confundieron los elementos, hasta el extremo de que se movían como se daban las condiciones, sin mando; es decir, se rompió la formación”.

Sobre la posibilidad de que los activistas soliciten la intervención de defensores de derechos humanos internacionales, Enrique Guadarrama afirmó que la “Comisión tiene muy claro que cuando la investigación se hace de manera objetiva, sustentada, con buena recolección de evidencias, con el sustento doctrinal y de criterios de interpretación; cuando hay un trabajo sólido de investigación, las autoridades receptoras entenderán que no queda más que aceptar la recomendación y cumplir; en ese esquema es como podrán resolverse los problemas al interior del país. Creemos que es un documento sólidamente sustentado y que las autoridades así lo verán”.

 

 

(Con información de Estrictamente Personal)

tfo