Los rayos de Kin, el dios Sol de los Mayas, atravesaron el arco de piedra de la zona arqueológica de Oxkintok, en Yucatán, y anunciaron la llegada del otoño.
De acuerdo con los investigadores, este fenómeno arqueoastronómico tenía 2 funciones, dar paso al otoño, que este año inició en México el 22 de septiembre a las 15 horas, y el inicio de la siembra.
José Huchim, arqueólogo del INAH, explicó que el año solar marca los diferentes periodos que tienen que ver con la tala, con la limpieza, la quema de las milpas, la siembra y la cosecha.
La alineación entre el arco de piedra y Kin inició a las 7 horas del domingo.
El juego de luces y sombras proyectó un arco de luz que se extendió hacía el centro de la plaza central de Oxkintok que significa “los 3 Soles de piedra”.
El Sol cruza el arco de piedra en Oxkintok, Yucatán (Noticieros Televisa)
Este juego de luces y sombras se proyectó debido a la ubicación del arco respecto al Sol y al movimiento de traslación y rotación de la Tierra, su duración es de aproximadamente 40 minutos.
José Huchim, arqueólogo del INAH, dijo que el fenómeno se logró a partir de la exactitud, la destreza y conocimiento que tenía el pueblo maya para edificar.
Para los mayas era importante marcar los ciclos agrícolas, el equinoccio de primavera servía para iniciar la siembra y el equinoccio de otoño para cosechar.
José Huchim dijo que los equinoccios y solsticios llegan a tener una gran importancia precisamente porque guían los procesos de trabajo en la milpa.
Oxkintok es una ciudad maya al sur de Mérida, cuya fase constructiva inició en el año 200 después de Cristo y su periodo de esplendor fue en el 800, fecha aproximada en la que este fenómeno arqueoastronómico era venerado por los mayas por la importancia del Sol como deidad divina.
Con información de Alejandro Sánchez
BLR
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