Lourdes Aranda, directora de Comunicaciones de Ferrosur, informó que han recibido 11 ataques al día, en esa zona.
La tripulación del tren de carga tiene miedo. Al aproximarse observan cada vez más rastros de violencia. Primero, patrullas calcinadas, después, una caseta de seguridad quemada y destruida.
Más adelante del camino, hay cajas de la mercancía robada a un costado de las vías, montones de granos desperdigados en los rieles y las rocas con las que forman las barricadas.
Un trabajador de Ferrosur dijo que les tiran balazos, rompen los vidrios, les pegan, los roban y sus vidas están en peligro.
Cuando el tren pasa por una de las dos bases de operaciones mixtas, instaladas por el Ejército y la Policía Estatal para inhibir los asaltos en la zona, el temor cesa, pero solo por un instante.
En la comunidad de Tezuapan, Puebla, es “donde siempre nos atracan, siempre es donde vacían los trenes… es donde ponen las barricadas de piedras”, comentó el trabajador.
En agosto, un habitante de Tezuapan registró en video cómo los soldados llegan al lugar mientras los saqueadores aún cargan las cajas robadas.
El tren continúa su camino. Metros más adelante, una camioneta comienza a seguirlos hasta que aparece un obstáculo a menos de 200 metros de la segunda base de operaciones mixtas.
El maquinista observa que la barricada no es muy grande. Los policías sólo salieron a ver si el tren se descarrilaba o no.
Con información de Marco Antonio Coronel.
RMT
