El cocodrilo moreletti, es una especie protegida por las leyes mexicanas.
Desde 1970 se decretó la veda total de esta especie en México, sin embargo, la población ha disminuido por la reducción de su hábitat, la contaminación y la caza furtiva.
Con la piel del cocodrilo se elaboran muchos productos como bolsos y zapatos y su carne puede costar entre 400 y 500 pesos el kilo, por ello esta especie es amenazada por los cazadores.
“Del cocodrilo se aprovecha todo, se aprovecha la carne para el consumo, se aprovecha la piel que es lo que está más altamente demandado, más del cocodrilo moreletti, su piel es reconocida y pagada en el mercado”, señaló Jorge Carlos Berlín, delegado en Yucatán de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Para preservar esta especie autoridades ambientales de Yucatán, implementaron acciones para su protección como cercar ranchos ganaderos y la creación de unidades de manejo.
Tan solo con la extracción de huevos se ha logrado aumentar la población.
En cada nido, hay entre 25 y 40 huevos que son llevados a granjas y se esperan 85 días de incubación y así nacen.
En Río Lagartos, Yucatán, hay más de 350 cocodrilos, aquí se les selecciona el sexo, hay más hembras para propiciar que haya reproducción y luego los sueltan en sus hábitats.
“Mientras más temperatura le pongamos, nos daría puras hembras, mientras menos temperatura le pongamos nos daría puros machos”, aseguró Juan Martín Ramos, cuidador de cocodrilos.
Se estima que en Yucatán, hay una población de 20 mil ejemplares en las siete reservas ecológicas del estado.
con información de Alejandro Sánchez
MAP
