CRIMEN Y SEGURIDAD

Arrestan a sospechoso de matar a dos policías en Kissimmee, Florida

Un hombre, sospechoso de haber matado a tiros a dos policías  en Kissimmee, Florida, fue arrestado pocas horas después en un bar, informaron las autoridades el sábado.

Everett Miller está acusado de homicidio premeditado por la muerte del policía Matthew Baxter y podría enfrentar otros cargos por la muerte del sargento Sam Howard, quien falleció el sábado en la tarde.

Los hechos ocurrieron la noche del viernes en un vecindario de Kissimmee, famoso por su tráfico de drogas”, dijo en conferencia de prensa el comandante policial de la ciudad, Jeff O’Dell.

Explicó que Baxter estaba “chequeando” a tres personas, entre ellas Miller, cuando el policía se enfrascó en una trifulca con Miller. Fue entonces cuando el sargento Howard acudió a ayudarlo. Los policías no tuvieron tiempo de devolver el fuego y no portaban cámaras corporales.

“Otros policías lograron rastrear a Miller hasta encontrarlo en un bar y se le acercaron. Miller movió la mano hacia su cinturón y en ese momento los policías lo lanzaron al piso y lo arrestaron”, dijo O’Dell. Miller tenía una pistola y un revólver.

Los policías fueron extremadamente valientes y heroicos”, expresó O’Dell.

Inicialmente se informó que había cuatro sospechosos, pero el jefe policial dijo que no se buscan más sospechosos.

Miller, de 45 años, prestó servicio en la Infantería de Marina y fue sometido recientemente a una evaluación psiquiátrica por parte de la Policía. “La etapa inicial de la pesquisa muestra que Miller publicó amenazas contra las fuerzas de seguridad en Facebook”, dijo O’Dell.

El sábado por la mañana Howard se encontraba “en situación crítica, grave” en el hospital, dijo O’Dell.

Baxter, de 27 años, llevaba tres años con la policía de Kissimmee. Estaba casado con otra integrante de la fuerza y tuvieron cuatro hijos.

Howard, de 36 años, tenía diez años con la ´Policía de Kissimmee, estaba casado y tiene un hijo.

En otro incidente, otros dos policías resultaron heridos el viernes en Jacksonville, Florida, cuando respondieron a reportes de un intento de suicidio en una vivienda donde se dijo que otras tres personas estaban en peligro. Uno de los agentes recibió balazos en las dos manos, otro en el estómago.

En Pensilvania la noche del viernes, dos policías estatales fueron baleados y un sospechoso fue abatido frente a un negocio al sur de Pittsburgh.

El presidente Donald Trump tuiteó la mañana del sábado que estaba orando por el bien de los policías de Kissimmee. “¡Estamos con ustedes!” publicó.

Con información de AP

LHE