El Departamento de Estado de Estados Unidos aseguró este martes que su titular, Rex Tillerson, no se plantea dimitir y “quiere quedarse” en su puesto, después de que la cadena de televisión CNN indicara que el titular de Exteriores está frustrado con el presidente, Donald Trump, y pensando en renunciar al cargo.
“Eso es falso. Hemos hablado con el secretario de Estado y ha dejado muy claro que quiere quedarse aquí, en el Departamento de Estado”, dijo la portavoz de Tillerson, Heather Nauert, en una conferencia de prensa.
“Tenemos mucho trabajo por hacer y está profundamente centrado en su trabajo”, añadió la portavoz, pero matizó que, como cualquier otro funcionario estadounidense, Tillerson ejerce su cargo “con el beneplácito del presidente” y su permanencia en él depende en último término del mandatario.
Nauert reconoció que el secretario de Estado “se ha tomado algo de tiempo libre” y no trabajó este lunes ni hoy, pero dijo que tiene “reuniones programadas para el resto de la semana en Washington”.
El rumor sobre la posible renuncia de Tillerson llegó en un momento de fuertes tensiones entre Trump y otro de los miembros más destacados de su gabinete, el fiscal general Jeff Sessions, de quien el mandatario dijo hoy que le había “decepcionado”.
En el caso de Tillerson, Trump no ha hecho ninguna queja pública, pero ha habido varios informes de prensa en las últimas semanas sobre tensiones entre el secretario de Estado y funcionarios de la Casa Blanca.
Hasta ahora, según la cadena, Tillerson estaba decidido a quedarse al menos hasta el final de este año, pero las citadas fuentes opinaron que era posible que abandonara antes debido a sus crecientes diferencias con la Casa Blanca.
No obstante, otras fuentes consultadas por la cadena indicaron que Tillerson podría estar desahogándose tras una semana dura, y consideraron prematuro hablar sobre su posible dimisión.
Según la CNN, a Tillerson le parecieron poco profesionales las críticas que Trump hizo sobre Sessions durante su entrevista con el diario The New York Times en la que dijo que la decisión del fiscal general de apartarse de la investigación sobre Rusia era “injusta” para el mandatario.
El titular de Exteriores, un exempresario sin experiencia previa en el sector público, también ha tenido roces con Trump porque este ha descartado a varios de los candidatos que le presentaba Tillerson para cubrir vacantes en el Departamento de Estado.
Mientras, muchos empleados del Departamento de Estado están nerviosos y desmotivados ante los planes de Tillerson de eliminar 2.300 puestos de trabajo, y algunos describen al actual jefe de la diplomacia como aislado, accesible únicamente para su pequeño grupo de asesores de confianza.
FJMM
