Por su parte, el mando castrense detalló en un comunicado que 1,429 cadáveres fueron extraídos de debajo de los escombros, mientras que 102 civiles fueron rescatados con vida y 200 familias, evacuadas de la ciudad vieja, que fue la última área de donde fue expulsado el EI la semana pasada.
Según la nota, la cifra de víctimas se basa en los datos oficiales de la Defensa Civil iraquí, encargada de rescatar a las personas atrapadas entre los escombros, fallecidas o heridas.
Asimismo, la comandancia destacó que las operaciones militares en Mosul se prolongaron durante más tiempo de lo previsto para proteger a los civiles “inocentes”, a los que el EI empleó en muchos casos como escudos humanos para no ser atacado o bombardeado.
Además, las fuerzas conjuntas iraquíes mataron a 30,000 terroristas durante su ofensiva, añadió la nota, sin especificar si fueron abatidos sólo en el casco antiguo o en toda la urbe.
“Liberar (del gobierno de los yihadistas) a las personas es más importante que liberar el territorio”, remachó el mando de las fuerzas gubernamentales, integradas por unidades del Ejército, la Policía Federal y otros cuerpos especiales.
RAMG