POLíTICA

Juan Carlos I, el rey que desmontó el franquismo y llevó la democracia a España

A finales de junio, el Parlamento español se vistió de gala. Todas las personalidades de la transición, además de los actuales diputados y senadores, se reunieron para festejar los primeros 40 años de democracia.

Estaban todos. Bueno todos no, casi todos. Faltaba el más importante, Juan Carlos I, el protagonista, la persona que pilotó el barco llamado España de la dictadura a la democracia. Fueron muchos los que se preguntaron el porqué de su ausencia.

Desde que el rey Juan Carlos I abdicó en su hijo, Felipe de Borbón, ha estado ausente. No ha querido intervenir en una nueva forma de reinar de su hijo. Pero la figura de Juan Carlos es incuestionable. En una España que vivía con el rencor de la Guerra Civil, Juan Carlos supo unir a los españoles.

El nuevo rey de España Felipe VI y su padre Juan Carlos I el 19 de junio de 2014 en Madrid, España (Getty Images)

“Luchó porque todo el pueblo español permaneciera unido; por hacer una transición ejemplar en el mundo. De esa forma pasó de la ley a la ley, contando con todos los españoles, los que estaban dentro de España y los que estaban exiliados”, mencionó el biógrafo de la Casa Real, Fermín Urbiola.

Juan Carlos, después de haber sido designado rey de España, con Sophia y sus hijos el 22 de noviembre de 1975 (Getty Images)

ACABAR CON TODOS LOS PODERES DE FRANCO

Fueron cuarenta años de reinado, uno de los más difíciles. El rey tenía que instaurar la libertad en España y para eso tenía que acabar con todos los poderes que el general Franco le había otorgado.

Los servicios al Estado y a la sociedad española que le prestó, pues, podríamos decir que fueron impagables. Es decir, a la muerte del general Franco, don Juan Carlos I, pues, tiene en su mano absolutamente todos los poderes del Estado. Podríamos decir que sucede exactamente los mismos poderes que tenía el general Franco con carácter previo. Y don Juan Carlos lo que hizo fue, empleando esos poderes, desmontar el franquismo, construir la democracia española”, aseguró el vicedecano de derecho en la Universidad Complutense de Madrid, José María Coello de Portugal.

“Fue un hombre de Estado que asentó lo que había sido el espíritu de la transición. Causó él, yo creo que, una admiración mundial general porque en lugar de haber sangre y violencia, pues, lo que hubo fue una evolución pacífica de la dictadura a la democracia”, dijo el miembro de la Real Academia de Lengua española, Luis María Anson.

Don Juan Carlos consiguió, con ayuda del presidente Adolfo Suárez y otros políticos, convocar elecciones generales, promulgar la Constitución de 1978 y que todos aquellos políticos que estaban en exilio pudieran volver a España.

EL TERRORISMO VASCO DE ETA

Pero aquella España apenas estaba naciendo y era demasiado frágil. El terrorismo vasco de ETA golpeaba los cimientos del Estado asesinando, un día sí y otro también a militares, políticos, empresarios y periodistas. Y la economía estaba maltrecha con una inflación y un desempleo galopantes.

LA VULNERABILIDAD DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA

En 1981, España era un país democrático pero muy vulnerable. Su presidente renunció.

A las 6:10 pm del 23 de febrero de 1981, un grupo de camiones de la Guardia Civil que iban fuertemente armados llegaron al Congreso de los diputados y entraron en el Parlamento. En ese momento, los diputados, sus señorías estaban votando para la investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo como nuevo presidente del gobierno. Y en ese momento Tejero y militares armados ingresaron y dispararon. España se asomaba al abismo.

Un joven Juan Carlos con su familia (Getty Images)

A las 12 de esa noche, el Jefe del Estado lanzó un mensaje de tranquilad a los españoles. Gracias a él, se abortó el Golpe de Estado.

Sin Don Juan Carlos, sin la Corona, en el año 1981 se hubiera producido la retrocesión a la dictadura”, destacó Luis María Anson, miembro de la Real Academia de Lengua española.

“Fue una actuación absolutamente decisiva que determinó un cambio en la situación que determinó, en última instancia, el fracaso del Golpe de Estado, que quería más allá de declaraciones, hubiera roto la trayectoria democrática de España. No se puede dejar de reconocer que el rey fue un factor esencial de nuevo en la democratización de España”, mencionó el catedrático de derecho constitucional en la Universidad de Complutense de Madrid, Ángel Sánchez.

Pero don Juan Carlos no sólo pasará a la historia por frustrar el golpe. Ha sido el mejor embajador de España durante 40 años.

“Pues ha sido el gran embajador de España que ha conseguido las mejores operaciones económicas y comerciales, para España en el extranjero, aparte de lo sustancial que es la estabilidad política en la libertad y en la democracia”, recordó el miembro de la Real Academia de Lengua española, Luis María Anson.

Desde su abdicación ha habido voces críticas cuestionando su vida privada. Pero la mayoría de los españoles piensan que el reinado de don Juan Carlos ha sido uno de los mejores de la reciente historia española.

Uno hace una encuesta ahora mismo y la inmensa mayoría de los españoles están encantados con esta monarquía parlamentaria. Felipe es un rey que, yo creo, que es incuestionable desde el punto de vista humano, personal, profesional, y preparado”, dijo el periodista Antonio Jiménez.

¿Hacia dónde camina la monarquía? Algunos piensan que es una institución obsoleta. Esas mismas voces reclaman una República. Sin embargo, la historia española ha demostrado que la tradición de la monarquía ha sido más positiva que las dos efímeras repúblicas que tuvo España. La primera, en el siglo XIX, que duró año y medio y la segunda, de 1933 a 1936, que desembocó en una Guerra Civil.

Con información de Alberto Peláez

HVI