El Zócalo original de la Ciudad de México fue descubierto a 30 centímetros de profundidad en la Plaza de la Constitución, al norte de la bandera monumental.
Se trata de un basamento que tiene ocho metros de diámetro, 28 centímetros de altura y está rodeado por un patio circular de tres metros de ancho.
Fue encontrado por el equipo de Salvamento Arqueológico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) mientras realizaban la supervisión arqueológica del proyecto de rehabilitación de la Plaza de la Constitución, que contempla la sustitución del piso de concreto y la adecuación de la infraestructura peatonal y urbana.
El origen del verdadero Zócalo capitalino es una construcción inconclusa del siglo XIX.
En este espacio, a finales del siglo XVII, se construyó el mercado El Parián, cuyo auge se dio durante el virreinato cuando se comercializaban los productos traídos del sureste asiático.
En 1843 el presidente Antonio López de Santa Anna ordenó la demolición del mercado para construir un Monumento a la Independencia, obra que llevaría a cabo el arquitecto Lorenzo de la Hidalga.
“El proyecto de Lorenzo de la Hidalga contemplaba un basamento de aproximadamente un metro de altura sobre el que iba a desplantar una columna que en la parte superior tendría un ángel y el 16 de septiembre de 1843, cuando ya había quedado completamente demolido el mercado El Parián, se colocó la primera piedra para la construcción del monumento”, relató el arqueólogo Alejandro Meraz.
Pero esta columna nunca se construyó y el Zócalo permaneció solitario durante algunos años.
Después se puso una farola para iluminar la plaza, seguida de una caja acústica donde, los jueves por la noche y domingos por la mañana, tocaban bandas militares.
“Hacia 1875 se construyó un kiosco que se mandó a hacer a París y se colocó sobre lo que es el basamento”, indicó el arqueólogo.
En 1914, el kiosco fue donado al poblado de Huejutla, en Hidalgo.
Con el paso del tiempo, el Zócalo original cayó en el olvido y fue cubierto tras las sucesivas remodelaciones de la plaza.
Fue hasta los trabajos de remodelación realizados este 2017 que se pudo apreciar nuevamente.
(Foto: Inah)
Tras el hallazgo del Zócalo original, en el lugar, el equipo de Salvamento Arqueológico del INAH dejará una moneda del año en curso para consignar su excavación y evalúan la propuesta de instalar una placa conmemorativa.
“Se va a colocar, en el punto central de lo que es el Zócalo, una placa alusiva para que la gente que venga a la Plaza de la Constitución sepa en dónde se encontraba ese basamento y que es el que le da nombre a todo este espacio”, explicó Rubén Arroyo, arqueólogo.
Después de un registro en fotografía, dibujo y escaneo, el equipo de arqueólogos del INAH protegió los vestigios históricos del Zócalo con una cubierta geotextil y tepetate para que continúen los trabajos de rehabilitación de la Plaza de la Constitución, a cargo del Gobierno de la Ciudad de México.
Con información de Cinthia Marín
LHE
