CRIMEN Y SEGURIDAD

Grupos criminales amenazan a pobladores de Chilapa, Guerrero, para que abandonen comunidades

Las comunidades de Ahuihuiyuco y Tepozcuautla, en Guerrero, se convirtieron en pueblos fantasma debido a que sus habitantes huyeron por temor a ser asesinados por las bandas criminales.

“Yo nunca había visto una comunidad, un pueblo así, nunca, solo vemos animalitos que andan con hambre, hay zopilotes que seguramente están olfateando algún animal muerto”, dijo José Díaz Navarro, líder de “Familiares Desaparecidos” de Chilapa, Guerrero.

Ahuihuiyuco y Tepozcuautla pertenecen a Chilapa, Guerrero, un municipio en disputa por “Los Ardillos” y “Los Rojos”, dos grupos criminales que no cesan la violencia desde 2014.

“Era una calle muy concurrida y ahorita no hemos visto que pase ningún carro, solamente el Ejercito que está resguardando estas comunidades”, afirmó José.

Una serie de asesinatos, 12 en la última semana, y la amenaza de un ataque armado generó pánico colectivo, lo que provocó que más de dos mil personas dejaran atrás su vida en el lugar desde el viernes pasado.

“Se fueron ante la amenaza de que el viernes los iban a asesinar en caso de que no se salieran de este lugar y esto nos habla claramente de que se trata de controlar mayor territorio”, indicó Manuel Olivares del Centro de Derechos Humanos de Morelos.

La población de Tepozcuautla es de mil 200 habitantes; en los últimos cinco días todos se fueron.

“El Centro de Salud de Tepezcuautla está totalmente vacío cerrado con llave, aquí en frente tenemos la escuela telesecundaria, hoy está totalmente cerrada, hay casas abandonadas, las tiendas, el comisario también ya se fue”, relató José Díaz Navarro, líder de “Familiares Desaparecidos” de Chilapa, Guerrero.

En Ahuihuiyuco hay mil 300 habitantes; hoy sólo viven 12 familias.

“Yo no voy a correr, tengo mis cosas en la casa porque yo no me pienso ir, a mí no me amenazan”, afirmó un habitante.

Las escuelas y los Centros de Salud fueron los primeros en cerrar.

Después cerraron los negocios y, por último, la iglesia.

“Estamos en el templo de la comunidad de Ahuhuilulco, todos se fueron, creo que Dios también abandono el pueblo, es un pueblo sin habitantes, un pueblo sin ley”, aseguró José.

Los más de dos mil habitantes desplazados temen saqueos, como ya ocurrió en algunas casas.

“Queremos que nos den apoyo para que podamos estar en paz, que haya tranquilidad, que haya paz para que podamos sobrevivir en este pueblo”,

Con información de Marco Antonio Coronel

LHE