Miguel Ángel Mancera Espinosa, jefe del Gobierno de la Ciudad de México, reconoció que el sistema penal acusatorio “tiene bondades, sobre todo en transparencia, en derechos humanos, en seguridad y en una exigencia de mayor capacitación”, pero advierte que “cuando pasamos a la práctica, hay problemas que se deben afinar”.
Por eso, argumenta, “en la Conago hemos preparado un documento que tiene toque de reforma constitucional y procesal, para 34 o 35 artículos”.
De acuerdo con Mancera, uno de los problemas es lo que calificó de liberación masiva de delincuentes. “La curva es perfectamente observable, lo vivimos en todas y cada una de las entidades y lo tenemos que complementar”, pues es “un tema de interpretación, que tiene un margen muy abierto; es algo de lo que consideramos en el análisis, más el consenso de la Conago”.
En contraste, Edna Jaime, directora de la organización México Evalúa, consideró que la reforma de la que nació el sistema de justicia penal acusatoria es “fundamental para el país, porque busca poner al sistema alineado con las instituciones y poner al centro los derechos humanos”.
Jaime aseveró que se requieren “policías profesionales, ministerios públicos que hagan su trabajo y jueces que sepan hacer su labor”.
Aseguró que, antes de decir que se trata de un fenómeno de liberación masiva, hace falta “ponerle números y entender las razones de la liberación”. Afirmó que puede ocurrir “porque los ministerios públicos no hacen bien su trabajo, o porque el primer respondiente no resguarda la escena, y si ese es el problema, la solución ¿es cambiar el modelo o acelerar el paso con la capacitación?”
Edna Jaime recordó que los gobiernos estatales “tuvieron ocho años de tránsito para capacitar, para cambiar modelos de gestión, para profesionalizar, para establecer”. Afirmó que sostener que falla el sistema porque da un amplio margen para la interpretación “es un argumento falaz, que la energía, el liderazgo de los gobernadores debería estar en resolver el tema, no en irse para atrás”.
Miguel Ángel Mancera Espinosa respondió que la Conago no busca ir para atrás, “pero la realidad es que cuando hacen un cambio, se quedan algunos cabos sueltos”. Ejemplificó que, en casos de robo a casa habitación, “cuando llegan ante el juez, hay la posibilidad de llegar a un acuerdo reparatorio, porque el sistema pone en manos de la víctima la decisión de mandar a la cárcel al delincuente o acordar, y entonces tiene que pensar si manda a la cárcel a quien se metió a su casa y tiene sus documentos”, y eso “no tendría que ser decisión de una víctima, sino del propio juez”.
La directora de México Evalúa destacó que “la reincidencia en un tema de esta naturaleza implica prisión preventiva, pero en el pasado abusamos de la prisión preventiva. Los penales de la ciudad tienen problemas graves, con ciclos de violencia dentro de las prisiones, que no se generaron apenas”.
Por otro lado, afirmó, “las medidas cautelares tienen que valorar los riesgos de dejar a un delincuente libre o no; y con los contenidos que se proponen tendríamos una contrarreforma”.
Edna Jaime subrayó que “las unidades de medidas cautelares son bastante efectivas en la Ciudad de México, habría que reforzarlas, hay otras salidas que no revertirían lo que hemos avanzado, que sí creo que deberían fortalecer el proceso”.
Afirmó que se deben generar sistemas de información que faciliten la cercanía de la ciudadanía y los académicos con los resultados de los procesos, pero “hoy, ministerios públicos y procuradurías no generan mayores capacidades de investigación; detienen a alguien sólo si hay flagrancia, pero delitos complejos no los pueden investigar; tuvimos ocho años y no lo hicimos, no hubo capacitación, así que tenemos que hacerlo ahora”.
Mancera respondió que no se pretende hacer cambios que reviertan los avances, “como la transparencia, la obligación de grabar las audiencias; ahora el juez tiene que estar en una audiencia, cuando antes ni siquiera lo conocían, porque estaba en su cubículo”.
El jefe de Gobierno afirmó que el sistema de justicia anterior fue reformado muchas veces antes, pero este nuevo sistema es “bienvenido con su protección a derechos humanos, con la celeridad, la transparencia, que puedas tener una terminación anticipada, porque hoy una persona que ha delinquido puede decir que es culpable para que se le dicte sentencia rápidamente”.
Finalmente, Edna Jaime afirmó que la reforma de justicia penal es un gran paso, “es la reforma de nuestra generación, que nos va a permitir construir un estado de derecho”, por lo que consideró que “sería fantástico tener canales de comunicación para fortalecer ese estado de derecho”.
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