ECONOMíA

Economía británica, a merced de la incertidumbre poselectoral

El crecimiento económico de Reino Unido puede verse afectado por la incertidumbre generada por las elecciones legislativas, y el mundo empresarial le pide al próximo gobierno que haga lo posible para sostener a las compañías antes del Brexit.

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La actividad de Reino Unido encajó bastante bien el hecho de que los británicos votaran a favor de abandonar la Unión Europea el pasado 23 de junio, con un crecimiento del 1.8% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2016, pero, tras la elección de un parlamento sin mayoría absoluta, parece poco probable que se mantenga ese ritmo.

“El crecimiento se ha visto estimulado por los gastos y el crédito de los consumidores” en esos 12 últimos meses, explica Andy Baldwin, responsable del gabinete EY para Europa, Oriente Medio, India y frica. Sin embargo, “se debilita a medida que aumenta la inflación y los precios de los productos importados, así que, en el futuro, el crecimiento deberá sostenerse con la inversión y la confianza de las empresas”, asegura.

Pero “es cierto que el resultado electoral volverá el entorno británico más inseguro” para las empresas y, por tanto, menos propicio para las inversiones, afirma.

El Partido Conservador de la primera ministra Theresa May ganó las elecciones anticipadas del jueves, y esta mostró su intención de formar un nuevo Gobierno. Pero su formación ya no tiene mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes y deberá contar con el apoyo del partido unionista norirlandés DUP para dirigir el país.

Incluso con la ayuda de ese movimiento, la mayoría de May se reducirá a un puñado de diputados y podrá ser bloqueada por el descontento de unos pocos parlamentarios sobre tal o cual asunto, por ejemplo, en cuestiones relativas a las orientaciones presupuestarias y el tema fundamental del Brexit.

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La situación política de Reino Unido puede volverse, por tanto, relativamente inestable, y los analistas no descartan nuevos comicios antes del final de la legislatura en 2022.

Un contexto que no es idóneo para que las empresas lancen ambiciosos planes de desarrollo o contraten a gente en el país, sobre todo si se tiene en cuenta que las futuras condiciones de acceso al mercado único -que se negociarán en el marco del Brexit- siguen siendo confusas.

El empresariado británico, que llevaba meses pidiendo a las autoridades que den garantías para alentar las inversiones, está preocupado a raíz de los resultados electorales.

“Vivimos un momento grave para la economía británica”, avisó Carolyn Fairbairn, directora general del CBI, la principal patronal del país. “La prioridad para los políticos es ordenar su casa y formar un gobierno que funcione, tranquilizar a los mercados y proteger a nuestra economía que ha resistido” hasta el momento, declaró.

Instó asimismo a las autoridades a “mostrarle al mundo que Reino Unido sigue siendo un lugar seguro para hacer negocios”, tras un año 2016 en el que el país fue el principal destino de Europa para las inversiones extranjeras directas.

El resultado de las legislativas puede tener, sin embargo, una consecuencia positiva para la comunidad financiera del país, ya que el debilitamiento de May y el buen papel de los laboristas de Jeremy Corbyn quizás favorecerán una relación más conciliadora con Bruselas en las negociaciones del Brexit.

Y la salida del mercado único prometida por May podría ser objeto de nuevos debates en el seno de la clase política británica.

“Durante las negociaciones con la UE, esperamos que el nuevo gobierno reconocerá la importancia del acceso al mercado único en los dos sentidos, de un acuerdo de transición y de la posibilidad de que las personas cualificadas de toda Europa tengan acceso a los mejores empleos”, declaró este viernes Catherine McGuinness, un alta responsable de la City londinense.

(Con información de AFP)

 

 

 

 

 

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