“Estados Unidos condena los ataques terroristas en Teherán. Expresamos nuestras condolencias a las víctimas y sus familias, y compartimos nuestros pensamientos y oraciones con el pueblo de Irán”, dijo en un comunicado la portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Heather Nauert.
“La depravación del terrorismo no tiene cabida en un mundo pacífico y civilizado”, añadió Nauert.
El breve comunicado no hace referencia a la reivindicación de los ataques por parte del Estado Islámico (EI), algo que marcaría el primer atentado de ese grupo terrorista en Irán.
La portavoz tampoco reaccionó a la acusación de los Guardianes de la Revolución de Irán, que destacó en un comunicado que los ataques se registraron semanas después de la reciente reunión en Riad del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con “uno de los gobiernos reaccionarios (el saudí) que siempre ha apoyado a los terroristas takfiríes”.
“La opinión pública (…) considera esto muy significativo y la reivindicación del EI como una muestra de que (Washington y Riad) estuvieron implicados en este acto brutal” que tuvo como blanco el Parlamento y el mausoleo del imán Jomeiní, agrega la nota de ese cuerpo militar iraní.
Consultado al respecto, una fuente del Departamento de Estado dijo que el Gobierno estadounidense “no tiene nada más” que añadir al comunicado emitido por Nauert.
Los terroristas -seis en total- entraron a ambos lugares armados con fusiles Kalashnikov, pistolas y explosivos, que emplearon dos de ellos para inmolarse.
RAMG