Metro de la Ciudad de México, un servicio cada vez más deficiente

Si usted es parte de los 5.5 millones de personas que diariamente usan el Metro de la Ciudad de México, ya sabe que esta semana se multiplicaron los incidentes en este medio de transporte, lo que provocó retrasos, saturación y caos.

El lunes, en la Línea 2, que va de Taxqueña a Cuatro Caminos, 11 de los 36 trenes dejaron de circular.

El miércoles, en la Línea 9, que va de Pantitlán a Tacubaya, un ventilador cayó dentro de un vagón y lesionó a dos pasajeros.

En la estación Mixcoac, de la Línea 12, el servicio se paralizó durante casi media hora.

Este jueves, en la misma estación, las puertas de un vagón se atoraron y decenas de pasajeros quedaron atrapados durante casi una hora.

Mientras en la Línea A, que va de Pantitlán a La Paz, en la mañana, una falla en el sistema de conducción de un tren detuvo el servicio en la estación Acatitla y en la noche, el servicio se suspendió en casi toda la Línea debido a una falla eléctrica.

Las fallas tienen que ver con la falta de recursos para el mantenimiento que se ha denunciado durante años y persiste.

Las aglomeraciones y largas esperas son cada vez más frecuentes en el Metro de la Ciudad de México.

“La capacidad de los trenes ha sido rebasada, ya son demasiados usuarios para el servicio que prestamos, los trenes no tienen mantenimiento y nos fallan a cada rato”, afirmó un trabajador del Metro.

La falta de mantenimiento en instalaciones fijas y en material rodante es el origen de la mayoría de las fallas. Desde mayo de 2015, los trabajadores denunciaron las deficiencias.

“Tengo 23 años conduciendo trenes del Metro, yo nací prácticamente con esta Línea y a lo largo de estos años hemos visto el gran deterioro, el abandono en el que estamos por faltas de las autoridades”, afirmó Cándido Ramírez Ruiz, conductor del Metro.

Algunas fallas denunciadas hace dos años, persisten.

El lunes pasado, en algunas estaciones de la Línea 2, que corre de Taxqueña a Cuatro Caminos, los usuarios padecieron el retraso en el servicio y las aglomeraciones, la causa fue que 11 de los 36 trenes con que opera esta Línea dejaron de circular por falta de mantenimiento.

“La mayoría falló por el sobrecalentamiento, cuando los trenes se calientan demasiado no podemos cerrar las puertas del tren, la empresa no ha comprado el aceite para cambiárselo a los compresores”, explicó un trabajador del Metro.

En los talleres, decenas de trenes se encuentran abandonados. En Ticomán hay al menos diez. A falta de alguna refacción que en muchos casos no se fabrica, ahí son desmantelados y no se les rehabilita.

“Los trenes que ya no sirven, se retiran de la circulación, son más de 120 millones de pesos que cuesta cada tren para mantenerlo y se usa como una refaccionaria, utilizando piezas de rehúso, piezas desgastadas y viejas para mantener en circulación los trenes que actualmente están en las Líneas”, afirmó un trabajador del Metro.

Los trenes tienen un tablero de control óptico desde donde se comanda para dar entrada al tren, el descenso de los usuarios y hacer la maniobra para cambio de vía. Los tableros de control óptico que registran cada movimiento de los trenes tienen 48 años operando.

“Tenemos mucha falla con ese equipo, se llegan a presentar trenes que no existen cuando éste equipo no funciona porque no tenemos control2, señaló el trabajador.

En diciembre del 2013, el Metro pagó 40 millones de euros, unos 694 millones de pesos de entonces, por un sistema de radiocomunicación denominado Tetra. En septiembre de 2015 empezó a operar, pero desde entonces la cobertura y transmisión han sido deficientes.

“Yo estoy aquí apretando y el equipo no sirve, es muy peligroso para el compañero, ahorita que está lloviendo, una emergencia, que el solicitara un corte de corriente y no sirve”, explicó.

“No tengo comunicación ni con los trenes ni con todos los puntos fijos,o sea que si un tren va avanzando, no hay manera de avisar, de hecho la comunicación la hago con mi celular”, indicó el trabajador.

A tres años con cinco meses del aumento en la tarifa del Metro, de tres a cinco pesos, el servicio no es ni más rápido, ni más cómodo y en la mayoría de las Líneas el deterioro avanza.

Con información de Cecilia Reynoso

LHE