Los organizadores aseguraron que reunieron a cerca 100,000 personas en esta manifestación propuesta por el concejal milanés de Bienestar social, Pierfrancesco Majorino, con el apoyo de asociaciones y organizaciones no gubernamentales.
Se trata de una jornada “para pedir una sociedad plural contra la lógica de los muros que fomentan el miedo” y “a favor de las decisiones que pongan en el centro la integración y la convivencia”, explicaron los organizadores.
En la marcha participaron el alcalde de Milán, Beppe Sala; el presidente del Senado italiano, Piero Grasso, y otros políticos, como Gianluigi Bersani o Massimo D’Alema, quienes recientemente abandonaron el Partido Demócrata (PD) que gobierna el país.
El regidor de Milán, del PD, explicó que quiere ser un “alcalde de una ciudad que piensa en crecer cada día y ser cada día más bonita, pero esto no puede suceder sin solidaridad”, explicó.
En la manifestación también hubo algunos momentos de tensión debido a la presencia de grupos que criticaron al Pd y al ministro del Interior, Marco Minniti.
La iniciativa ha sido duramente criticada por la derechista y xenófoba Liga Norte, que alegaba además el suceso de ayer, cuando un italiano de padre tunecino agredió a dos agentes de la policía con un cuchillo en la estación de Milán.
Los investigadores están analizando si el detenido, que había sido arrestado en el pasado por problemas de tráfico de drogas, hubiera podido radicalizarse durante una de sus visitas a Túnez.
RAMG