El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró este viernes que no se dejará derrotar por las manifestaciones contra su gobierno que comenzaron hace más de un mes y que resistirá “junto al pueblo”.
Maduro acusó a la oposición de mandar a matar a sus propios seguidores para provocar una alarma internacional sobre lo que sucede en Venezuela, donde han muerto 39 personas en las protestas, además de unos 800 heridos.
“Algunos me piden que me convierta en estadista, que me deje derrotar por los violentos. No nos vamos a dejar derrotar y vamos a resistir junto al pueblo”, señaló en un encuentro de intelectuales que apoyan a su gobierno.
“Estoy seguro que tenemos que ir por el camino de la revolución, no le vamos a dar el futuro a la revolución bolivariana que algunos cobardes le dieron a su revolución. Es dura la lucha nuestra, compleja, pero yo pido máxima comprensión y máxima solidaridad. No nos dejen solos, en Venezuela se juega el destino de la dignidad, de las ideas de la libertad y la revolución”, indicó.
Además, Maduro insistió en acusar a la oposición de perpetrar una emboscada violenta con las protestas contra su Gobierno, que calificó como golpe de Estado.
“Esas manifestaciones se mantienen en el uno por ciento del territorio nacional, pero son más violentas que antes”, dijo al compararlas con las protestas que enfrentó en 2014 y que dejaron 43 muertos en cuatro meses.
“Ustedes han visto casos en que han asesinado a sus propios manifestantes”, dijo y mencionó a dos manifestantes muertos con armas letales no usadas por las fuerzas del orden.
Agregó que si no fuera por los llamados “violentos” del líder de la Asamblea Nacional (Congreso), Julio Borges, y de la alianza opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) “ninguna de estas tragedias hubiera sucedido”.
Señaló que sobre los muertos en las protestas hay dos hipótesis: una que indica que los perpetradores cometieron errores en los casos fatales y otra que son asesinatos selectivos para “generar una campaña internacional” contra el gobierno.
FJMM
