10 en Punto obtuvo copias de cables informativos emitidos por el Consulado de Estados Unidos en Monterrey, Nuevo León, y enviados al departamento de Seguridad Nacional, al Departamento de Justicia, al FBI y a la DEA.
Las investigaciones iniciaron el 3 de septiembre de 2014.
Los agentes estadounidenses asentados en México consideraron “de suma importancia” que el Departamento del Tesoro investigara la ruta de amigos y colaboradores del líder de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Ismael Flores Cantú y de su hijo, Óscar Alejandro Flores Treviño, para detectar las propiedades que han comprado en Estados Unidos a través de prestanombres y determinar si fueron adquiridas por medio de lavado de dinero.
Un mes después, las investigaciones se ampliaron hacia otros cinco hijos del líder de la CTM, también se incluyó a sus sobrinos, Álvaro Flores Palomo, Leonardo Reyes Flores y David Ramírez Flores, sus socios en las empresas: Operadora de Turismo de Nuevo León, La Voz de Nuevo León, Agrupamiento Deportivo Obrero, Agropecuario del Noreste y Promotora e Impulsora de Espectáculos de Monterrey.
En un cable del 27 de mayo de 2015, se señala: “El dirigente sindical ha acumulado una cantidad muy significativa de dinero en los bancos estadounidenses, que son producto de los cobros indebidos a los comerciantes, que se considera un delito de corrupción y también de lavado de dinero del Cártel de Los Zetas y venta de drogas a través de los taxistas que trabajan para él”.
El documento confidencial precisa que “estas sumas de dinero se encuentran en los bancos de Estados Unidos y son producto del tráfico de drogas y corrupción, por lo que las cuentas bancarias tienen que ser congeladas, ya que consideran difícil que el sistema fiscal mexicano vaya a actuar en contra de Ismael Flores Cantú por lavado de dinero”.
También, se pide investigar la propiedad que compró la familia del líder cetemista en Nueva York, a través de la empresa La Voz de Nuevo León S.A de C.V., para conocer la procedencia del dinero y poderla incautar.
El líder de la CTM lo rechaza:
“Yo no tengo ni un dólar, ni una casa, ni nada y me someto… a que las autoridades me investiguen… Me encanta como a muchos ir a Estados Unidos”, asegura; niega tener alguna casa en la Unión Americana.
El seguimiento a las actividades del líder de la CTM en Nuevo León continuó durante 2015; ya en 2016, un documento del 12 de junio señala que “con base en la investigación que la DEA mantiene abierta en contra de Ismael Flores Cantú, se adjuntaron las fichas de 150 sujetos que trabajan como taxistas, miembros del Sindicato y participan en la distribución de marihuana y cocaína en diferentes rutas de Monterrey… denuncian que estos taxistas realizan funciones de tomar y recoger paquetes de dinero y drogas y para vigilar algunas autoridades federales y del Ejército mexicano”.
El documento precisa que “es de gran preocupación para la DEA el triángulo que se ha observado entre Ismael Flores Cantú, afiliados al Sindicato, cárteles de la droga, algunos políticos estatales y autoridades policiales”.
Las investigaciones continúan en 2017: el 30 de enero, los agentes de la DEA informaron a sus superiores que “el Cártel de Los Zetas utiliza a los taxistas que Ismael Flores Cantú ha contratado para vigilar al Cártel del Noreste, con quienes mantienen una lucha por el territorio en el estado de Nuevo León”.
Otro documento del 10 de febrero pasado precisa que “el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos detectó que los socios y miembros de la familia del líder sindical, Ismael Flores Cantú, empezó a realizar grandes transferencias de dinero a cuentas de inversión de las Islas Caimán debido a que tuvieron conflicto de intereses con el Cártel de Los Zetas y empezaron a recibir amenazas de Cártel del noreste” y señalan que “las cuentas de inversión registradas en Islas Caimán se encuentran a nombre de sus hijos: Alicia Jeannette Flores Gómez y Óscar Flores Treviño”.
Con información de Fátima Monterrosa.
RMT
