POLíTICA

¿Por qué Rusia considera a los Testigos de Jehová como una amenaza?

La Corte Suprema de Rusia ha aceptado una solicitud del gobierno de declarar a los Testigos de Jehová como un grupo extremista. Esto coloca a la denominación cristiana en la misma categoría que el Estado Islámico.

¿Qué podría hacer que los testigos de Jehová fueran iguales a ISIS?

El gobierno ruso decidió declararles un grupo extremista debido a los panfletos que distribuían. Y el argumento formal del Ministerio de Justicia fue que esos panfletos incitaban al odio contra otros grupos religiosos.

La vida religiosa en Rusia está dominada por la Iglesia Ortodoxa, que ejerce una influencia política considerable y cuenta con el apoyo del Presidente Vladimir Putin. Algunos eruditos ortodoxos ven a los testigos de Jehová como una “secta totalitaria”.

Las autoridades rusas han puesto varias de las publicaciones del grupo en una lista de literatura extremista prohibida y los fiscales lo han considerado como una organización que destruye familias, fomenta el odio y amenaza vidas.

El grupo, una denominación cristiana de Estados Unidos conocida por su predicación de puerta a puerta y rechazo del servicio militar y transfusiones de sangre, dice que esta descripción es falsa.

La organización religiosa se ha enfrentado a procedimientos judiciales en varios países, sobre todo por su pacifismo y rechazo a las transfusiones de sangre, pero Rusia ha sido muy franco al retratarla como un culto extremista.

El fallo fue emitido después de que el Ministerio de Justicia solicitó una orden para cerrar la sede nacional del grupo cerca de San Petersburgo.

Su sucursal rusa, ubicada cerca de San Petersburgo, dijo que una prohibición afectaría directamente a alrededor de 400 de sus grupos y afectaría a todos sus 2,277 grupos religiosos en Rusia, donde dice que tiene 175.000 seguidores.

Los Testigos de Jehová, que son conocidos por la predicación puerta a puerta y la distribución de literatura, rechazan algunas de las principales creencias del cristianismo y tienen más de 8.3 millones de miembros en todo el mundo.

El grupo con sede en Estados Unidos ha generado controversia por las posturas, incluyendo su rechazo a las transfusiones de sangre y la oposición al servicio militar, enfrentando procedimientos judiciales en varios países.

Los Testigos de Jehová se registraron por primera vez como un grupo religioso en Rusia en 1991 y se registraron de nuevo en 1999, pero han sido atacados repetidamente por las autoridades en una amplia represión contra la libertad religiosa.

Con información de AP y iol.co.za

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