Durante la primavera el ángulo de inclinación solar es más vertical y origina que la sensación de calor sea mayor.
El meteorólogo Ciro González Peña explicó que la radiación es mayor, sumado a la humedad, dan como resultado una sensación térmica más intensa.
Durante la primavera, el día es más largo que la noche y la cantidad de lluvia es menor.
Ciro González Peña agregó que en febrero, marzo, incluso abril y mayo, son los meses de menor precipitación.
El calor y el estiaje comienzan a agudizarse.
Recomendó no permanecer por tiempo prolongado a los rayos del sol para evitar el golpe de calor.
El golpe de calor se manifiesta con mareos, náuseas y pérdida del conocimiento; puede causar la muerte.
Con información de Víctor Medina.
BLR