Las implicaciones del caso del robo de los jersey de Tom Brady, jugador de los Patriotas de Nueva Inglaterra, perpetrado por el mexicano Mauricio Ortega, exdirector del periódico La Prensa, se sabrán en una pocas horas, de acuerdo con la internacionalista Ana María Salazar.
En la mesa de Despierta con Loret, la especialista consideró que con la cantidad de información política y de seguridad, las audiencias en el Congreso y las investigaciones en puerta, además de la prohibición de viajar con tabletas y computadoras en algunas aerolíneas, podrían desviar la atención y socavar el asunto, pero “en cualquier momento podría regresar”.
En lo inmediato, “podría afectar un debate, porque los demócratas buscan que se apruebe una legislación para prohibir la construcción del muro”, afirmó, y la noticia de quién fue el autor del robo “alienta el muro y el discurso antimexicano”.
Y aunque el hallazgo se hizo por la cooperación entre las autoridades mexicanas y estadounidenses, “la moraleja es interesante, porque la cooperación no va a pesar; ningún demócrata saldrá a defender la cooperación”. El hecho es, dice Ana María Salazar, “que se encontraron los artículos y habrá presión para que se persiga al responsable.
Luis Alberto Martínez, comentarista deportivo, explica que, aunque la situación tras cualquier Super Bowl es caótica, sí se puede dar seguimiento a quienes entran y salen.
En el vestidor “hay una fila de periodistas que esperan más o menos 20 minutos, hasta que dan permiso de entrar”, pero no todos pueden cruzar la puerta porque “las acreditaciones son de diferente tipo, la del palco, la del terreno de juego, la del vestuario”.
Una vez adentro, “hay cuatro o cinco personas del equipo que vigilan a los que están allí”, pero “los objetos están a la mano, los casilleros están abiertos. Es poco el espacio, estás hombro con hombro”.
Que se hayan robado los objetos en esas circunstancias “es penoso, porque al final siempre vas a regresar y te van a ver, te van a señalar; eso me preocupa, que nos etiqueten; además, es una confianza que sólo en el deporte estadounidense encuentras”, dijo el comentarista.
Antonio de Valdés redondeó que eso es lo que se verá realmente afectado, porque en ningún otro país se tiene la posibilidad de entrar a los vestidores. Sin embargo, dijo, “no creo que haya problemas para que los grandes medios obtengan las acreditaciones para cubrir eventos deportivos”, pero los representantes de medios pequeños o los empleados de medios que obtienen acreditaciones y van como aficionados, “seguramente ya no la tendrán tan fácil”.
Luis Alberto Martínez explicó que “lo complicado es obtener la acreditación la primera vez, porque la investigación es más rigurosa”, pero ya después “es más sencillo, aunque siempre te investigan”.
Antonio de Valdés comentó que lo molesto “no es que aparezca un ladrón, que aparece en cualquier parte del mundo, sino que se ponga una etiqueta al gremio y al país por una persona, en el peor momento de la relación entre México y Estados Unidos”.
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