ENTRETENIMIENTO Y ESPECTáCULOS

Chuck Berry se impuso al rock and roll y a la segregación racial

Del rock and roll es sencillo identificar al rey, pero Chuck Berry es el padre del género.

No obstante, el racismo imperante en su tiempo fue el principal obstáculo para que se le reconociera como tal.

Inspiración y maestro de los guitarristas más connotados del género, Charles Edward Berry nació en Saint Louis, Missouri, en 1928, en el seno de una familia privilegiada, por lo que llegó a tener cierto acercamiento a la cultura anglosajona y sortear los prejuicios raciales.

Peluquero de profesión, creció en un ambiente donde los piano-bares, los salones de baile y las radiodifusoras negras eran inundadas por los temas de moda del blues y del rithym and blues.

La influencia del boogie-woogie y las aspiraciones del estilo de vida de los blancos, hicieron que Berry conociera a la perfección la estructura del rock blanco.

A partir de su dinamismo natural al tocar la guitarra, configuró su estilo e impresionó al pianista Johnnie Johnson, así surgió Chuck Berry Combo y sus canciones de música bailable.

El año clave en la carrera de Chuck fue 1995, cuando se lanzó “Maybellene”, el éxito primigenio de su carrera, la conquista nacional y el surgimiento de temas emblemáticos como “Memphis Tennessee”.

Desde sus inicios, Berry se distinguió por dos cosas: Su sonido, sustentado en usar siempre la misma guitarra Gibson, y que a diferencia de las figuras del rock, es intérprete y compositor de toda su discografía.

El ritmo, los solos de guitarra, el modo de interpretar y la presencia escénica, encumbraron a “Crazy Legs”, quien a través de su música rompió las barreras de la segregación racial.

Referente para los mejores guitarristas rockeros, en 1986 entró al Salón de la Fama.

Se le atribuye ser autor de la actitud rockera, descifrar las necesidades musicales de la juventud, concebir el sonido del rock and roll, se burló de los prejuicios sociales y raciales y se rebeló contra las buenas costumbres.

 

Con información de Mario Villanueva.

 

RMT