CRIMEN Y SEGURIDAD

Médicos de La Raza integran grupo de alerta ante asaltos

El asesinato de José Carlos Cruz Salinas generó incertidumbre entre la comunidad médica y trabajadores del Centro Médico Nacional de Alta Especialidad La Raza, que atiende diariamente a 11 mil 800 derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

“Me gustaría hacer una mención especial por aquellos compañeros que nos abandonaron en el camino, en especial por nuestro compañero José Carlos Cruz Salinas”, dijo Seiichi Fuziwara Ruiz, médico residente del Hospital General del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) La Raza.

Los médicos residentes denuncian que frecuentemente han sido víctimas de la inseguridad que se registra en las inmediaciones del Centro Médico ubicado en la colonia La Raza, de la delegación Azcapotzalco.

“Generalmente son robos, ya sea a mano armada o con arma blanca, la violencia que afecta a la sociedad médica no es algo nuevo, es algo que se ha vivido desde el comienzo”, afirmó Héctor Eduardo Santoyo, médico Residente del Hospital La Raza.

En el Centro Médico de La Raza se encuentran becados 760 residentes. La mayoría provienen de otros estados del país.

Héctor Eduardo es uno de ellos. Hace 18 meses llegó de Saltillo, Coahuila, a la Ciudad de México, se especializa en medicina nuclear e imagen molecular, recibe una beca de diez mil pesos mensuales, que le sirven para pagar renta y alimentación.

Los fines de semana trabaja en una clínica particular, donde le pagan 35 pesos por consulta.

“El 95% de los residentes vivimos en una cercanía, de cuando mucho, a unos cinco kilómetros del hospital, esto por la practicidad de movernos a los tiempos que se nos requieren, hay gente que renta cuartos, renta departamentos y los comparten”, relató Héctor.

Los médicos residentes integraron un grupo de alerta para mantenerse en contacto y exigir a las autoridades mayor seguridad a fin de evitar otra tragedia.

“Queremos no bajar la guardia, si bien es un incidente no frecuente, no significa que el riesgo haya disminuido, lo peor es que te matan por nada, el compañero llevaba unos 11 años, 13 años para ser alguien en la vida para ser un hombre bien, un hombre funcional y por unos pesos insignificantes perdió la vida”, dijo Héctor.

Con información de Fátima Monterrosa

LHE