A marchas forzadas, así son los trabajos de ampliación de Casa Nicolás, uno de los albergues para migrantes más reconocidos de Monterrey, Nuevo León. La meta es contar con más espacio para atender la posible oleada de deportados por las políticas de Donald Trump.
Gloria Hernández, de la Casa Nicolás, dijo: “Haciendo más lugar verdad, para recibir a los nuevos deportados porque si están llegando deportados, ya empiezan a llegar”.
El albergue se ubica en el municipio de Guadalupe. Desde hace nueve años es una ventana de ayuda para cientos de migrantes en su paso o deportados de los Estados Unidos. Es un centro de apoyo para mujeres y sus hijos quienes quedan varados en la ciudad.
Gloria Hernández, de la Casa Nicolás, destacó: “Estamos acondicionando las áreas, estamos, vamos a fumigar otra área para abrirla y pues acondicionarla verdad”.
Casa Nicolás opera con recursos de la Arquidiócesis de Monterrey y con donativos de la sociedad.
Con información de Josué González
LSH
