CRIMEN Y SEGURIDAD

Los otros restos de la fosa de ‘Los Zetas’ en Nuevo León

“A mi hijo lo sacaron de mi casa, junto con mi esposo, simplemente se los llevaron”, dijo Claudia Aguirre, habitante Nuevo León

El 14 de junio de 2010, “Los Zetas” entraron a su casa en San Nicolás de los Garza y secuestraron a Antonio Hernández y a su padre. Diez días después, regresaron por Roberto Hernández, el segundo hijo de Claudia.

“Llegaron, destruyeron la casa, me robaron, y lo más importante, destruyeron mi familia”, relató.

El esposo de Claudia tenía cáncer, “Los Zetas” lo liberaron dos semanas después, pero pidieron tres millones de pesos para liberar a sus dos hijos.

“Hubo llamadas, sustos, y de repente, ya no tuvimos comunicación”, recordó.

Su esposo murió 3 meses después.

“Él falleció de tristeza, de impotencia, yo me quedé sola, con dos hijos, iba a la ministerial, a la PGR, a la Procuraduría y simplemente me decían ‘no sabemos nada, si sabemos algo nosotros le llamamos”, relató.

Tras 6 años y medio recibió una llamada.

“Hasta el miércoles pasado, que me avisan que ya había tenido resultados y que los restos de Antonio ya los habían hallado, ya estaban ahí”, dijo Claudia.

La Procuraduría de Nuevo León le informó que desde hace un año encontraron, en el municipio de García, un centro de exterminio de “Los Zetas” con fosas clandestinas donde hallaron restos calcinados de al menos 56 personas.

Después de exámenes de ADN, la Procuraduría le aseguró a Claudia que algunos de los restos hallados eran de Antonio, uno de sus dos hijos desaparecidos.

“Me dieron un sobre de papel manila con los restos de mi hijo, con 3 huesos, porque lo mataron, lo cocinaron”, relató.

Alguno de los 32 restos que faltan por identificar podría ser de Roberto, el otro hijo de Claudia.

“Estas con la zozobra y lo van a poder identificar o van a pasar otros 6 años ¿cuándo van a identificar los otros restos?”, se cuestiona Claudia.

Con información de Marco Antonio Coronel
LHE