ESTADOS UNIDOS

La última conferencia de prensa de Barack Obama

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El presidente saliente de Estados Unidos, Barack Obama, se despidió este miércoles una vez más de los estadounidenses con una nota de optimismo a pesar de la polarización del país tras las elecciones presidenciales: “Creo que vamos a estar bien”

“Creo en este país. Creo en el pueblo estadounidense”, dijo Obama, dos días antes de ceder el testigo al republicano Donald Trump, que el viernes jura el cargo como presidente.

En su última rueda de prensa en la Casa Blanca, Obama defendió su decisión de conmutar la pena de la ex soldado Chelsea Manning, condenada a 35 años de prisión por entregar documentos secretos a Wikileaks.

Obama aseguró que Manning ha cumplido una sentencia “dura” de prisión y consideró que “se hizo justicia”.

Según el presidente saliente, la sentencia que recibió la exsoldado fue “desproporcionada” comparada con las de otras personas que filtraron documentos secretos.

Obama también defendió su decisión de poner fin la semana pasada a la política de “pies secos, pies mojados” que deba un trato de preferencia a los cubanos a la hora de inmigrar a Estados Unidos.

La nueva política “es justa y apropiada para el cambio de naturaleza en las relaciones entre los dos países”, argumentó en su última rueda de prensa como presidente refiriéndose al acercamiento entre Estados Unidos y Cuba tras más de 50 años sin vínculos diplomáticos.

Hasta la semana pasada, Washington repatriaba a todos los cubanos que intercepta en el mar (“pies mojados”) intentando entrar de forma irregular al país. Los que pisaban suelo norteamericano (“pies secos”) podían tramitar un permiso de residencia permanente a través de La Ley de Ajuste Cubano de 1966.

El mandatario demócrata calificó la política de “pies secos, pies mojados” como un “remanente” del aislamiento que Washington ejerció hacia La Habana durante décadas y al cual él puso fin en 2015, cuando los dos países retomaron relaciones diplomáticas y reabrieron sus respectivas embajadas.

Obama también advirtió que levantará la voz por los 750 mil jóvenes indocumentados a los que protegió de la deportación si Donald Trump decide actuar contra ellos una vez llegue a la Casa Blanca.

“La noción de que los vayamos a castigar por una cuestión política o arbitraria, sin que hayan hecho nada, es algo que merecerá que yo me pronuncie”, advirtió.

Estos jóvenes indocumentados, que reciben el nombre de “soñadores” (dreamers), llegaron a Estados Unidos siendo niños, acompañando a sus padres. En su mayoría son hispanos que tienen pocos vínculos ya con sus países de origen. “A todos los efectos prácticos son chicos estadounidenses”, dijo hoy Obama.

El aún mandatario dijo que no prevé pronunciarse sobre asuntos políticos una vez salga de la Casa Blanca, al menos en el primer año, pero apuntó al tema de los “dreamers” como excepción a esa regla.

Durante la rueda de prensa, Obama hizo un alegato a favor de la libertad de prensa y recordó que el trabajo de los periodistas es fundamental en democracia.

“He disfrutado trabajando con ustedes. Eso no significa que haya disfrutado cada historia que se ha publicado, pero ese es punto de nuestra relación”, dijo Obama a los periodistas en la sala de prensa de la Casa Blanca.

“Se supone que no tienen que ser fans, se supone que tienen que ser escépticos y hacer preguntas duras. No se supone que tienen que ser halagadores, pero se supone que tienen que vigilar con ojo crítico a las personas que tienen un enorme poder y que tienen que rendir cuentas a las personas que nos mandaron aquí y ustedes han hecho eso”, añadió el presidente.

“Muchas gracias, periodistas acreditados, buena suerte”, dijo Obama al concluir su rueda de prensa.

Obama deja la Casa Blanca con un índice de aprobación del 57 por ciento, según Gallup. Trump asume la presidencia con un índice de aprobación del 40 por ciento, casi la mitad de la que tenía Obama (78 por ciento) antes de su toma de posesión en 2009.

 

AAE