Al iniciar el año, la Laguna de Tecocomulco en Tepeapulco, Hidalgo, se convierte en un santuario para miles de aves migratorias que escogieron a la entidad para hacer su nido.
“Pues estas aves buscan el lugar donde reproducirse, ya que en los lugares de donde vienen hay demasiado frío, entonces este es un poquito más confortarle para ellas”, dijo Vicente Escalante Richards, encargado de la laguna de Tecocomulco.
“Aquí realizan todas sus actividades, desde el nacimiento, hasta el crecimiento y reproducción”, añadió Escalante Richards.
Viajan más de cuatro mil kilómetros desde el sur de Canadá hasta Hidalgo en busca de un mejor clima en la Laguna, último humedal relicto de lo que fuera el Valle de Anáhuac.
“Cuando menos, unas 20 mil aves de algunas especies si alcanzan a llegar aquí”, señaló Escalante Richards.
Es tal el esfuerzo de estas aves que algunos llegan exhaustos.
Son más de 40 especies de aves las que anidan en la Laguna que tiene una extensión de dos mil 500 hectáreas, ahí reciben el cuidado y cariño de los pescadores.
“Sí me gusta cuidarlos de hecho, yo tengo un lugarcito pegado a la laguna y los que veo que están lastimados los cuido ahí hasta que vea que se recuperan los libero”, indicó Valentín Franco Rivera, pescador de la región de Tepeapulco, Hidalgo.
A finales de abril, algunas aves siguen su viaje hasta el sur del continente, otras deciden quedarse a vivir en el santuario de la laguna de Tecocomulco.
Con información de Bertha Alfaro
JLR
