En Sinaloa, el 50 por ciento de los policías que operan en el estado y que trabajan armados no aprobaron los exámenes de control y confianza.
“El primer problema que encontramos en los municipios y en los estados es que no teníamos el recurso para liquidarlos”, dijo Mario López Valdez, gobernador Sinaloa.
Se trata de más de cuatro mil elementos de un total de ocho mil, entre policías ministeriales, periciales, de tránsito, investigadores, municipales y custodios quienes siguen trabajando y cobrando un sueldo a pesar de que no son considerados aptos.
El gobernador Mario López Valdez, quien dejará el cargo el último minuto del 31 de diciembre, les dio una segunda oportunidad.
“Nosotros depuramos una parte, aquellos que tenían alguna adicción, aquellos que tenían una relación muy evidente con la delincuencia se fueron, pero cuando tenían elementos para darles una segunda oportunidad y ante la escasez de policías, se dejaron operando con el aval de sus superiores”, dijo Mario López Valdez, gobernador Sinaloa.
El gobernador asegura que esta decisión se tomó porque no había dinero para liquidarlos.
“En el momento en el que se nos pedía la depuración, eran momentos en los que nadie quería ser policía en Sinaloa, ni los municipios ni el estado teníamos cómo reponerlos ni tampoco cómo indemnizarlos”, sostuvo.
Sin embargo, el próximo gobierno de Quirino Ordaz Coppel ya analiza la salida de miles de elementos, lo que podría dejar a la entidad sin suficientes policías.
“Ahora que concluye este sexenio, que el Gobernador diga que es inevitable que van a despedirse a los policías será otro problema para la seguridad, primero que nada se formarán nuevas generaciones de policías”, dijo Mario Luis Ordoñez Mondragón, presidente del Colegio de Abogados de Sinaloa.
Mientras tanto quienes ocuparán, a partir del 31 de diciembre la Secretaría de Seguridad Pública en Sinaloa, serán el general de Brigada Diplomado de Estado Mayor Genaro Robles Casillas y el teniente coronel Cristóbal Castañeda; quienes advirtieron que solo se quedarán con el 30 por ciento de policías que sean aptos para sus funciones.
LHE
