ECONOMíA

El BCE mantiene el estímulo, pese al crecimiento más firme

El Banco Central Europeo (BCE) reafirmó su postura monetaria ultraexpansiva e incluso mantuvo abierta la puerta a incrementar sus compras de bonos en caso de ser necesario, pese a la aceleración del crecimiento económico de la zona euro.

El instituto central resolvió, como estaba previsto, manteniendo las tasas en mínimos récord e incluso dejando también abierta la puerta a más compras de activos si empeora el panorama económico de la zona euro.

Tras insinuar la posibilidad de un ajuste de la política el mes pasado, el presidente del BCE, Mario Draghi, indicó que cualquier cambio solo sería gradual, estableciendo el escenario para una posible discusión en septiembre sobre una largamente esperada disminución de sus compras de activos.

“Debemos ser persistentes y pacientes porque aún no llegamos allí, y prudentes”, dijo Draghi en su conferencia de prensa habitual luego del encuentro de funcionarios del BCE en Fráncfort.

Enfatizó que el consejo de gobierno del organismo fue unánime tanto en la decisión de mantener su orientación sin cambios como en evitar la fijación de una fecha precisa para un debate acerca de la política monetaria a futuro, notando solo que eso ocurriría en el otoño boreal.

Ya que la economía de la zona euro acumula 17 trimestres seguidos de crecimiento, su mejor racha desde antes de la crisis financiera global, eso al menos sugirió que el BCE empieza a contemplar una postura menos presurosa, preservando algo del poder de fuego restante tras imprimir casi 2 billones de euros.

La perspectiva de una reducción del estímulo monetario ha mantenido a los mercados muy atentos. Los inversores han estado analizando con nerviosismo las pistas para tener una idea de la medida en la que los bancos centrales de todo el mundo reducirán sus políticas no convencionales.

El euro y los rendimientos de los títulos públicos del bloque inicialmente bajaron tras el comunicado del organismo.

Pero cuando Draghi habló, el euro volvió arriba de 1.15 dólares y los rendimientos de los bonos de la zona euro se recuperaron, ostensiblemente por su confirmación de las expectativas de que la disminución de la cartera de activos se abordará en el otoño boreal.

INFLACIÓN APAGADA
El BCE mantuvo su tasa de depósitos en territorio negativo y dejó las compras mensuales de bonos en 60,000 millones de euros, en línea con las expectativas de la mayoría de los analistas.

“Si el panorama se torna menos favorable o si las condiciones financieras resultan inconsistentes con nuevos avances hacia un ajuste sostenido del sendero de la inflación, el Consejo de Gobierno está listo para incrementar el programa en términos del tamaño y/o duración”, dijo Draghi.

El mes pasado, Draghi causó una subida de los rendimientos de los bonos y del euro cuando argumentó que una aceleración del crecimiento en sí misma implicaría una mejora, por lo que el BCE ajustaría su política para mantener el nivel de la liquidez en general sin cambios.

El euro se afirmó más de 3 por ciento y los rendimientos alemanes a 10 años se duplicaron desde ese guiño de Draghi.

De hecho, la subida de 11 por ciento que tuvo el euro este año pesará sobre la inflación, aumentando el impacto de una caída de más de 10 por ciento en los precios del crudo.

“Dado que la inflación subyacente sigue apagada, el BCE probablemente preferirá errar por el lado de la cautela, esto es, moverse más lento de lo que muchos observadores proyectan”, dijo Holger Schmieding, de Berenberg.

De todos modos, el BCE no puede postergar el cambio en forma indefinida pues las compras de activos están programadas para terminar a final de año y los funcionarios dicen que en septiembre u octubre se deberá tomar una decisión sobre una extensión o un desarme gradual.

(Con información de Reuters y Efe)

 

 

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