POLíTICA

Trump mostró tono conciliador en discurso, aseguran analistas en Despierta

El analista Carlos Bravo, del CIDE; Valeria Moy, directora de “México cómo vamos”; y Moisés Kalach, coordinador del Consejo Consultivo de Negociaciones Estratégicas del CCE, analizaron este miércoles en Despierta el discurso de Trump sobre el Estado de la Unión.

Valeria Moy destacó que vio a “varios Trumps” durante el discurso y señaló que durante la primera parte de éste vio a un Trump conciliador que quería hablar de una América Unida, de este tema individual de “aquí puedes hacer lo que tú quieras, aquí puedes soñar y los empleos”.

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Moy destacó que Trump no había sido conciliador nunca y seguramente alguien le dijo que tenía que mostrar una cara más amable, pero después, durante su discurso, el presidente comenzó a presentar a Estados Unidos como víctima, diciendo “nos tratan mal en comercio, nos tratan mal los de Norcorea, nos tratan mal todos y tenemos nosotros que salir a defendernos y buscar acuerdos justos, acuerdos recíprocos y tenemos que armarnos de armas nucleares para responder a las amenazas”.

Según la directora de “México cómo vamos”, Trump mostró por un lado una visión de unidad del pueblo norteamericano y por otro lado de victimización.

Para Moisés Kalach, Trump se mostró sin sorpresas en temas comerciales, pero un poco más conciliador que antes. Dijo que hemos venido de un tono mucho más agresivo a un tono más de “modernizaremos, cambiaremos”.

Sobre la posibilidad de negociar los tratados comerciales, Kalach dijo que la postura de Trump es un cambio importante pues hace unos años habíamos escuchado tonos muchos más agresivos y hoy eso ha avanzado bastante.

“Me parece que el valor de los tratados comerciales ha venido entendiéndose”, puntualizó el empresario y especificó que Trump hizo pocas menciones al tema durante su discurso.

Para el analista Carlos Bravo, el mensaje del “State of de Union” (Estado de la Unión) es un momento del presidente y es el momento para tratar de mostrarse conciliador y apelar a la unidad.

Sin embargo, dijo que es interesante el contraste entre el Tump de este instante y el Trump de la memoria, de lo que ha sido todo el año.

Bravo puntualizó que el Trump de este instante es un Trump triunfalista, que presume sus logros, contra la historia del año anterior, que ha sido una historia de escándalos y de conflicto.

Consideró interesante que Trump no plantea ningún reto y que para el presidente son “las cosas que ya hice y las cosas que voy a hacer”.

“En el universo político de Trump, los conflictos que ha tenido con el Congreso, con su propio partido, con las cortes, no figuran. Todo es un acto de voluntad, como de que ‘por riñones va a salir’”, destacó el analista.

Puntualizó que el presidente de Estados Unidos sigue siendo Trump aunque trate de ser más el Trump del teleprompter que el de Twitter.

Sobre los triunfos que ha tenido Trump durante su presidencia, Carlos Bravo dijo que hay que contextualizarlos pues se trata de un presidente que tiene mayoría en ambas cámaras y lo raro no son los logros que ha tenido sino que no tenga más.

Sobre la economía de Estados Unidos, Valeria Moy señaló que lo que hizo Trump durante su mensaje fue ponerse todos los triunfos y colgarse todas las medallas, hablando de la creación de 2.4 millones de empleos, pero hay que tener muy claro que esos logros no son de él, sino que vienen acumulados del ciclo económico que era de esperarse que llegara eventualmente.

Por su parte, Moisés Kalach dijo que a México le fue bastante bien en el discurso de Trump, al menos en la parte comercial, pues si las Bolsas están en máximos históricos esto demuestra que la economía estadounidense está funcionando y el TLCAN “está ahí metido” y salirse del acuerdo dañaría ese crecimiento y esa boyantía en la economía de Estados Unidos.

Destacó el apoyo que ha tenido el TLCAN por parte de los grandes agricultores estadounidenses, además de una carta de 30 senadores republicanos a favor del acuerdo.

“Se habla de que podrían perder 50 billones de dólares por año, la economía americana”, dijo Kalach y agregó que a su parecer está surgiendo un “cerco de aliados” a favor del tratado, que cuenta definitivamente con el apoyo total de la iniciativa privada.

Respecto al tema de Rusia, Carlos Bravo manifestó que éste fue uno de los grandes ausentes en el discurso de Trump.

Agregó que el análisis sobre el mensaje del presidente se va a centrar en lo que dijo, pero hay una serie de cosas que no dijo que también son muy reveladoras como el caso de Rusia, el FBI, el fiscal especial Muller y de eso Trump no dijo ni una sola palabra.

Añadió no obstante que el hecho de que Trump no haya mencionado el tema de Rusia también puede ser una buena noticia pues si lo hubiera hecho habría empezado a hacer ataques o a hacer anuncios muy disruptivos.

El analista se refirió también a que Trump hizo poca mención a la crisis de los opiáceos en Estados Unidos y a la epidemia de adicciones en ese país, que está cobrando vidas al ritmo de la violencia en México.

Agregó que Trump mencionó el tema “por encimita”, pese a ser uno de los tópicos más graves de política interna más urgentes.

Respecto a la economía, Bravo hizo notar que el presidente estadounidense no dijo una sola palabra sobre “el lado oscuro” de la reforma fiscal, que es el déficit y las afectaciones al gasto público que “van a ser tremendas”.

Sobre esto, Valeria Moy dijo que Trump ha anunciado un proyecto de infraestructura de 1.5 billones de dólares pero no especifica cómo y cuándo lo va a hacer, además de las implicaciones del déficit, pues si estás haciendo una reforma fiscal que disminuye tu recaudación y al mismo tiempo vas a gastar tienes dos políticas fiscales expansivas al mismo tiempo.

Añadió que todo esto puede generar “un déficit del tamaño del mundo” y eventualmente van a tener que subir impuestos o van a tener que incrementar la deuda, pero obviamente de eso Trump no quiere hablar.

Al ser cuestionados sobre si es creíble esta postura moderada del mandatario estadounidense, Moisés Kalach destacó que “Trump es Trump y punto” y que su discurso del martes por la noche es un “momento del presidente” en el que todo mundo lo está viendo, pero también todos sus votantes, por lo que es una señal muy clara de activismo político.

El empresario agregó que Trump va a seguir siendo el mismo presidente Trump y hay que vivir con esa realidad.

Valeria Moy coincidió y dijo que “Trump ha sido Trump siempre y siempre ha mostrado sus colores verdaderos” y siempre ha mostrado quién es él, pero ayer estaba en un momento específico en el que le habían escrito un discurso, tenía a sus votantes viéndolo, tenía a sus congresistas y entregó lo que la gente quiere que entregue.

Para Carlos Alvarado ésta es una de las facetas del repertorio que tiene Trump, el Trump conciliador, que se porta bien y que guarda las formas, pero subrayó que el mandatario no puede permanecer disciplinado en este papel, pues dejaría de ser ese Trump del amplio repertorio que tiene.

“Finalmente es un actor de televisión en muchos sentidos, es un gran showman”, aseveró Bravo.

Añadió que también Trump lanza de pronto frases o temas en medio del discurso conciliador que son como puyazos o lo que en Estados Unidos llaman la política del “silbato de perro”, es decir, dice cosas que sólo ciertas personas van a oír y a codificar, como todo el discurso “agresivísimo” sobre la migración.

Dijo que durante su discurso Trump rompió con una de las grandes tradiciones políticas de Estados Unidos que es representar al país como un país de inmigrantes y trazó una línea clarísima entre que una cosa es ser americano y otra ser inmigrante, es decir, “legalicemos a este millón ochocientos, pero todo lo que tenga que ver con política migratoria será endurecimiento”.

Según Valeria Moy, las referencias que hizo Trump al tema de la migración tienen que ver con el crimen, violencia, asesinatos.

“Cualquier cosa que tenga que ver con migración él lo vincula rapidísimamente con violencia, homicidios”, dijo Moy.

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Según Moisés Kalach, Trump hace lo mismo en el tema de la inversión pues pide invertir en Estados Unidos, producir ahí, pues ahí está el futuro y el crecimiento, donde se va a generar la riqueza, “el sueño americano vuelto a ser”.

El empresario destacó que Trump es muy centrista en la política tradicional americana y aunque las empresas estadounidenses toman decisiones, desde el punto de vista desde México las señales no son buenas.

Al respecto Valeria Moy dijo que diferencia de otros presidentes de Estados Unidos, que se muestran como líderes del mundo libre, eso no pasó con Trump, que mostró una visión muy céntrica, muy hacia Estados Unidos y hacia el americano promedio, es decir “todo viendo hacia adentro, muy poca visión hacia afuera del papel de Estados Unidos como líder”, concluyó.

Con información de Despierta con Loret

AAE